El año pasado fue el rubro que experimentó mayor crecimiento. En 2011 había recaudado 25 millones de pesos mientras que fueron 45 millones en el año siguiente. Desde la Asociación se explicó que este aumento se debió en gran medida a un solo concierto, el de Mc Cartney.
Sin embargo, no es el sector que más derechos de autor recauda. Por pasar música en las discotecas, locales bailables y fiestas privadas, AGADU recibió 80 millones de pesos en 2012, lo que equivale a un 35,2% del total de ingresos. Un 10% más que el año anterior. Mientras que el año pasado en la capital se recaudaron 32.495.559 de pesos, en el interior del país la cifra se sitúo en 47.672.442.
Además de estos dos sectores, AGADU cuenta con otros como: representación, retrasmisión, impresos, obras plásticas, producciones fotográficas, carnaval, televisión abierta, de cable y satelital, publicidad, música en espera, nuevas tecnologías y cinematográficas. La suma de todas ellas dio una recaudación para la Asociación de 228 millones de pesos en 2012, lo que representó un incremento de 20 millones con respecto al año anterior donde el número fue de 208 millones.
El capital recaudado se distribuyó en 2012 en: 49% para los socios, 29% para los socios que se encuentran en el exterior,13% para los editores – discografías, editoriales, etc-, 3% fue para dominio público – son las obras de artistas fallecidos hace más de 50 años-, 1% para personas que no se encuentran afiliadas y 1% para administraciones transitorias – Compañía de Danza, Fundación Teletón, Farber Agencia, etc-.
La creación y los derechos
La Asociación cuenta hoy con más de diez mil socios. De ellos 1.400 están en calidad de activos – sus obras recaudaron más de 117 mil pesos y tienen más de cinco años de inscriptos-. El presidente de AGADU, Alexis Buenseñor, dijo a 180 que en Uruguay es muy alta la cantidad de socios que se encuentran en esta categoría y la comparó con Argentina que tiene igual número pero con una población doce veces mayor.
El presidente de la AGADU explicó que esto se debe a que "en Uruguay una vez que lográs llegar a la categoría, no la perdés y eso ha hecho que haya demasiados socios activos. Hay muchos que generaron temas en su momento y hoy ya están en una etapa de la vida en donde la creación no está o tienen otras inquietudes”.
En 2012, ingresaron 47 artistas a la categoría de activos y 269 registraron por primera vez una obra. Asimismo, fueron 259 los socios que cobraron pensión y diez quienes recibieron subsidios. Esto representó una erogación de más de 6 millones de pesos.
En la Asociación pueden inscribir una pieza autores dramáticos, poetas, compositores musicales, pintores, escultores, entre otros. Buenseñor contó que hoy existe mayor conciencia para registrar una obra. Explicó que es la manera más factible de poder cobrar los derechos de autor que le corresponden. Sin embargo, dijo, si la organización detecta una obra que se esté representando y pertenece a alguien que no es socio, AGADU cobra los derechos de autor que corresponden y se le paga al creador pese a que nunca la inscribió.
Hoy, aseguró, existe más conciencia del registro porque "si uno la deja librado al azar nunca vas a cobrar derechos de autor y además corres el riesgo de que te quiten la pieza".
En Uruguay, continuó, "rara vez ocurre el plagio de una obra pero si es factible encontrar similitudes entre una y otra". Buenseñor recordó el caso que llevó a juicio a la cantautora Roxana y al músico uruguayo Beto Triunfo. En situaciones como esta, "la Sociedad de Autores lo que hace es emitir opinión pero es la Justicia quien dictamina", afirmó.
Para el presidente en la música suele ocurrir más este tipo de problemas así como también en las coreografías. “Hay que tener en cuenta que la idea no es registrable. Las ideas no se registran ni se protegen. Si vos tenés una lo que hay que hacer es desarrollarla, llevarla adelante. Concretarla”, recalcó.
Asimismo explicó que muchas veces es complicado detectar la música que emiten las radios así como la que se escucha en fiestas privadas. Las emisoras de radio, enfatizó, “deberían mandarnos la música que pasan por día pero no lo hacen salvo en honrosas excepciones” y añadió: “es una pena porque ellos tienen las canciones en una computadora y es sólo enviar un correo”.
