Troncoso, el uruguayo que conquistó a la Globo

César Troncoso tiene 25 años de carrera teatral en sus espaldas. Y en la última década se transformó en el principal actor del cine nacional. Ahora, conquistó Brasil al protagonizar Flor do Caribe, una exitosa novela de Globo. Un papel que hace la diferencia y que, probablemente, le permita comprarse una casa.

Actualizado: 22 de junio de 2013 —  Por: Redacción 180

Troncoso, el uruguayo que conquistó a la Globo

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Entrevista de Joel Rosenberg, Denise Mota y Miguel Ángel Dobrich con César Troncoso, emitida en No toquen nada de Océano FM.

Joel Rosenberg: “Anina”, “Norberto apenas tarde”, “Mal día para pescar”, “El cuarto de Leo”, “El baño del Papa”, “XXY”, “Matar a todos” y “El viaje hacia el mar”, son sólo algunas de las películas que cuentan con ese obrero de la actuación llamado César Troncoso. El mismo de la dupla Suárez – Troncoso. El caballero que quizás pueden haber visto en la televisión en un par de capítulos de Adicciones. El uruguayo que además la está rompiendo en la televisión brasileña.

César, ¿cómo te llega la invitación de Globo?

Cesar Troncoso: Yo empecé a trabajar en Brasil después de “El baño del Papa” que por temática es una película fronteriza y creo que por eso mismo fue un pequeño suceso en Río Grande del Sur y en Brasil mismo. Además, la película ganó cinco premios en el Festival de Gramado. Gané yo, ganó Virginia Méndez. A partir de ahí me empezaron a llamar con continuidad para hacer cine en general y, entre las tantas vueltas que di, terminé en una película que se llama “O tempo e o vento” que es una película basada en una saga familiar de Érico Veríssimo, del sur de Brasil, que la dirigía Jayme Monjardim que además es director de Núcleo en TV Globo. Es uno de los responsables de desarrollo de novelas de TV Globo.

Es un buen contacto…

Claro. Es un señor con mucho peso. Es hijo de Maysa Matarazzo aquella cantante genial que había en los años cuarenta, cincuenta. Llegó hasta los setenta creo. Me invitó. Tenía justo una novela en donde una primer parte de ella se desarrolla en Guatemala y tenía personajes que debían no hablar en español porque no es necesario sino tener acento. En realidad más allá de una palabra en español, lo que hacés es hablar con acento español. Entonces me invitó. Necesitaba guatemaltecos y no hay mejor guatemalteco que un uruguayo.

Denise Mota: Hablaste del acento pero hay que hablar portugués porque la gente no entiende el español y más en las novelas que en las películas porque es un público mucho más masivo. ¿Cuál es el desafío en este momento en Brasil?

El desafío es tener esa continuidad de trabajo en portugués. Yo hasta ahora no estoy teniendo escenas particularmente densas en cuanto a palabras, en cuanto a lo que se habla, y estoy teniendo un nivel de portuñol –porque en realidad lo que yo hablo es portuñol- bien hablado y con un acento pernambucano (risas). Digamos que mi nivel actual me permite buscarle vueltas a las frases escritas por otros. Yo cuando ensayo me doy cuenta que a veces se tranca la lengua entonces ahí estoy teniendo hoy por hoy la chance de encontrar una palabra alternativa que al principio lo que me resultaba más complejo era encontrar sinónimos para algunas palabras que no podía decir.

Sin embargo Dani Hendler nos cuenta que aprendiste muy rápido y además recordó la experiencia de ambos en Brasil:

Daniel Hendler: Me jacto de haber acompañado en su primera experiencia brasilera que fue en la película Cabeça a prêmio. Creo que es la primera vez, la única vez que actué con él, estuvo divino y divertidísimo y difícil a veces de resistir la tentación de risa. Ahí yo llegué como el que manejaba bien el acento portugués y me hacía un poco el vivo con eso. Es más, mi personaje tenía que hablar más portugués que el de él que hablaba más que nada español. Yo me quedé ahí en el tonito y él en pocos días hablaba portugués y nos sorprendió a todos. Pero el tipo evidentemente es rápido y muy inteligente. Además de un excelente actor que tengo el gusto de verlo desde que yo era adolescente cuando él estaba en Suárez y Troncoso, ese dúo maravilloso.

Creo que para hablar del dúo tiró que era muy chico cuando te empezó a ver, ¿no?

Es un poco menor pero ya me va a alcanzar. Trabajamos en aquella peli. Yo soy hijo de gallegos. Viste que el gallego es el español del norte que está arriba de Portugal y que tiene el galego como idioma. Yo nunca hablé gallego pero mi vieja con mi abuela hablaban gallego todo el tiempo. Supongo que por ahí. La verdad que no tengo muy claro. Hablo bastante mejor que otros compañeros que están en iguales condiciones pero puede ser por eso, supongo. Con Dani pasamos bárbaro y terminé hablando yo mejor que él.

Denise Mota: Hace un par de meses Globo te calificó como el “darling” del cine nacional porque esta es la octava película que tenés en Brasil. ¿Por qué te llegan tantas propuestas? ¿Qué es lo que tiene César que los directores buscan?

No tengo la menor idea. Hablando de cine en general lo que yo siempre pienso es que por un lado tengo talento para resolver personajes y por el otro, no soy quilombero. No genero mucho conflicto. De hecho trabajé en una película con (Enrique) Buchichio, voy a trabajar en otra película con Buchichio. Trabajé en una película con Pablo Nascimento y trabajaré en otra. Siempre repiten. Creo que deben de ser esas dos cosas: por un lado resuelvo por otro lado no hay quilombo. Ese muchacho que me hizo la nota del darling, Rodrigo Fonseca que fue a Barra di Tijuca a hacer la entrevista, la empezó diciéndome si yo era consciente de que aportaba, no sé exacto lo que quiso decir, una masculinidad diferente. Me preguntó si yo era consciente y le dije que no. Además no sé a qué se refería. Capaz que no le entendí bien o no se expresó bien él. Capaz que hay algún diferencial que tiene que ver con características del hombre latino hispano parlante. ¿Por qué trabajo allá? Porque todavía no se dieron cuenta de que tienen un montón más para elegir. No me lo he planteado.

Joel Rosenberg: ¿Hay una diferencia económica importante?

Sí. Importante no tanto en las películas que te podés encontrar de todo, en las que yo protagonicé algunas en portugués y cuando protagonizás cobras un mango más. A veces laburás en películas con mejor presupuesto y otras con peor pero esto de Globo es una diferencia importante de verdad.

¿Ahí te pagan salario como empleado?

Te pagan un contrato hasta el fin de la novela y te pagan mensualmente y eso si se paga muy bien. Yo probablemente me compre una casa.

¿Después de cuántos años de actuación?

Empecé con 25 años y tengo 50. Veinticinco años desde que empecé la primera clase de teatro y empecé con 40 a hacer cine. Con 40 años hice El viaje hacia el mar o sea que son 10 años de cine y 25 de teatro.

¿La diferencia a nivel económico la marca Globo en Brasil?

Sí. Brasil está muy bien económicamente y para los tipos sos un actor internacional. Te están pidiendo que te instales allá durante ocho meses, estás dejando mucha cosa por el camino, no te piden exclusividad pero si prioridad, siempre la prioridad es la novela. Vos podés hacer otras cosas siempre y cuando no les compliques la existencia al trabajo en la novela. Tenés que pedir permiso para trabajar en otra cosa. Todo eso también lo pagan.

Denise Mota: Una de las películas en Brasil es Faroeste Caboclo, del director René Sampaio.

Fue raro porque yo no era su imagen de Pablo. Él me lo dijo. Me preguntó si estaba seguro de que iba a poder hacerlo y yo dije que sí. El loco me dijo de una que no era lo que él se imaginaba como Pablo. El día del estreno me apartó y me dijo “loco está muy bien lo que hiciste. Vos sabés que yo te dije que no eras mi construcción de personaje pero estoy muy contento con lo que hiciste. En la primera semana la película metió 540 mil espectadores. Va muy bien. Ahora estamos en la tercer semana.

Miguel Ángel Dobrich: En la historia del cine hay varios talentos que se abocaron inicialmente al dibujo un caso paradigmático fue Fellini, en Argentina tenés a Perrone y a vos siempre te gustó dibujar y lo hacés en los entretiempos de los rodajes. ¿Con tu amor al dibujo cómo vivís verte en tu alterego de Anina que hasta ahora es la animación más importante de acá?

La vi antes de ayer. No había conseguido verla. Fui con mi mujer a verla y yo llorisquié un poco al verla. No lloré de emocionado sino por otras razones. No lloré, llorisquié.

Si lloraste no te vamos a juzgar...

Yo lloro cuando veo cine. Hay algunas cosas que a mi me emocionan. Hay golpes bajos que están bien dados y a mi me sacan lágrimas más que la vida real. Pero en esta película fue por otra cosa. Es muy linda la peli. Está muy bien hecha y hay un lugar de emoción por un reconocimiento que en el cine uruguayo muy pocas veces yo he logrado ver eso que vi en Anina en otras pelis. No sé si será el barrio, 25 watts lo tiene pero pega en otro lugar. Hay un lugar de emoción que pega de otra manera. El vínculo padre – hija de Anina a mi me parece muy tierno a veces medio desencajado el viejo, el personaje al que doblo yo, un poco perdido respecto a como manejarse con la hija y esas cosas a mi en general me emocionan. Cuando hice El baño del papa también decía que era una relación padre-hija. En algunas cosas me acordaba de mi viejo . Es todo mezclado por un lado esa cosa que tenemos los padres 100% de cómo hacemos para relacionarnos con la nena y por otro lado, esa tosquedad que mi viejo tenía para relacionarse con sus hijos.

Entonces la película te cagó a golpes...

No. Más caricia. Lo que me pareció percibir de la película, conociendo a Alfredo Soderguit ya lo sabía. Es una película muy amorosa. Dice que es una de las películas que más se nota eso. Es como una película amorosa. El tipo estaba fascinado con ese cuento, con esas texturas, con esas historias, con dirigirse a niños.

Si uno repasa tu trayectoria, al comienzo Joel decía estuvo en Anina, Flacas Vacas, Norberto apenas tarde, Mal día para pescar, El baño del papa, Matar a todos, Ocho en Brasil. Uno podría calificarte como el Federico Luppi de acá o el Ricardo Darín. Es increible la cantidad de roles claves que has tenido en esta joven historia cinematográfica de Uruguay pero lo que llama la atención es que no has estado en ninguno de los proyectos filmicos de Control Z. ¿A qué se debe eso?

No sé. No tengo idea. A mi las películas de Control Z me gustan. La manera de trabajo de ellos parecen tener y las cosas que generan y consiguen son bárbaras. A mi me gustan todas las películas de Control Z pero no se ha dado. No tengo idea. Vos ves el rendimiento de Humberto de Vargas en Tres o el de Gusini o lo que hizo Bolani o Pazos en Whisky y no le podés sacar nada. No es que están trabajando con otros actores que no rinden. Los tipos están trabajando muy bien y están haciendo rendir a sus actores. Están trabajando con muy buenos actores.

Pensé que capaz había un tema de incompatibilidad de agenda...

No. Yo había laburado en una cosa hace mucho tiempo en unas cositas chiquitas que Control Z hizo y después no me tocó trabajar más con ellos. No sé por qué pero bueno puede ser porque hay algo que no les convence de las cosas que yo hago. Más allá de que yo me considere un buen actor y que no se pueda decir “César no me rinde como actor”, sí se puede decir “César labura con un jeito que no es el que yo deseo para el personaje que desarrollo” y a lo mejor le pasa.

¿Vos sos como Nicolas Cage que estás todo el tiempo en el rol mientras estás de rodaje o cómo encarás cada papel?

Espero no ser nunca como Nicolas Cage. Espero que mi cabeza no se transforme nunca en un esqueleto que habla. Yo no me doy mucha cuenta. Cuando me preguntan cómo laburo o cómo abordo un personaje yo no tengo la menor idea. No me doy mucha cuenta.

¿Entonces no hay método Troncoso?

Trasmitible no. Yo no me doy mucha cuenta. Me han dicho si me animo a dar clases y digo que no, que no estoy apto para esa tarea porque no tengo paso A, paso B... Lo que sí me da la sensación es que de alguna manera medio subjetivo o no muy estructurada yo me transformo e incorporo al laburo esos personajes. Es medio tarado en un punto digamos. Yo cruzo a Buenos Aires y se me empieza a pegar el cantito y voy a Brasil y ya tengo algunas cosas que en realidad las estoy pronunciando queriéndome parecer al carioca. Me parece que son características propias. Yo soy muy inseguro y muy tímido.