Asimismo, agregó que por medio del proyecto se intenta establecer “algunas orientaciones con respecto al funcionamiento de los medios de comunicación” porque “funcionan con una vieja ley” que “el tiempo ha demostrado sus baches”.
Afirmó que se trata de un tema complejo y “mucho antes de que el proyecto llegara (al Parlamento) ya estaba siendo criticado sin siquiera haberlo leído”. Y añadió que “en cuanto llegó ha sido recibido con acervas críticas y antes de ser tratado en Comisión e iniciar el largo trámite de discusión parlamentaria ya se está anunciando la voluntad política de tatar de derogarlo sin tener ni siquiera idea concreta de lo que va a salir”.
El presidente sostuvo que hay quienes “engolando la voz” plantean amenazas a la libertad de prensa. Y se preguntó: “¿Quiénes son los que asumen hoy semejante actitud?” a lo que se responde: “los mismos que hace unos años concedían ondas de radio a sus correligionarios. Así no más, a dedo, sin vueltas. Y, quienes además, en algún momento que nos tocó hace muchos años dirigir una radio, nos quitaron la onda y no nos dieron ni siquiera una mínima audiencia para poder plantear nuestras quejas”.
En ese momento, contó el presidente, se hizo frente “al despido de 400 personas”. En algunos casos se trató de “viejos trabajadores de los medios de prensa”. Pero, agregó, "el hecho está que en definitiva, sin más, no se acordaron de la libertad de prensa, de las garantías laborales ni de nada de nada. Si le adjudicaron esa onda a un correligionario y un tiempo después no la pudo sostener y la terminó vendiendo”.
Mujica se refería a CX44 Radio Panamericana que era administrada por el Movimiento de Liberación Nacional en los años 90, luego de los incidentes en el Hospital Filtro, les fue retirada por el gobierno de Luis Alberto Lacalle.
Además, enfatizó que en ese entonces tuvieron que “vender la casa donde habíamos nacido, que nos había dejado nuestra madre, para hacer frente a semejante desafío” y así “pagar en regla los despidos”. Mujica añadió que “ahora uno se encuentra que engolan la voz y hablan de la libertad de prensa que pisotearon”.
Explicó que el proyecto tiene varias ideas. "Una de ellas, por ejemplo, es establecer la obligación de un margen de propaganda a los partidos políticos con un criterio proporcional” y “que no se cobre porque hemos descubierto que las campañas políticas significan que los partidos queden hipotecados”, dijo. Sobre todo, afirmó, por el costo que tiene la propaganda televisiva “que después tienen que pagar por años” y que “en alguna medida se corre peligro de que pierdan parte de la independencia que tienen que tener los partidos y hablo de todos”.
Sostuvo que sería bueno que “se estableciera nacionalmente un criterio, que hubiera algún horario” y enfatizó en que “todo se puede discutir y todo se puede negociar” porque “en definitiva se puede poner organismos que sean independientes pero no esa actitud demagógica de quienes han pisoteado y han manejado la cuestión sobre todo de las ondas de radio con un criterio tan libérrimo que asusta. Por eso es bueno en la vida tener un poco de memoria” y “un poco de razonamiento”.
