Era la última jugada del partido. El reloj marcaba 49 minutos y 40 segundos. Darío Ubriaco había adicionado dos minutos más a los cuatro que había dado inicialmente. Por eso el juez permitió que se hiciera el tiro de esquina.
Nacional estaba desesperado. El desencanto por empatar era notorio en las tribunas y en la cancha. Álvaro Recoba corrió hasta la esquina de la Olímpica con la Colombes para levantar de pierna zurda.
Dentro del área de Rentistas había siete jugadores de Nacional. Cuando vino la pelota Juan Manuel Díaz fue por ella. Decidido, picó al primer palo y conectó de cabeza. La pelota se metió en el arco de Reyes y la gente festejó como si fuera un partido decisivo.
Nacional se llevó la victoria de forma justa, merecida. Hizo más por el triunfo ante un rival que pese a sus limitaciones dio batalla con un libreto aprendido y bien ejecutado. Pero Díaz lo dejó sin nada.
Salió Nacional con el mismo esquema que ante Racing pero con Santiago García por el lesionado Iván Alonso. El Morro está lejos del jugador que fue y se nota. Luce fuera de forma y eso lo limita en todos los rubros del juego. Mantiene el coraje, la convicción, las mañas, pero su gravitación no es la misma.
De nuevo Díaz y Pablo Álvarez con la misión de subir por los laterales y dos volantes de contención en el medio: Diego Arismendi y Maxi Calzada. La decisión de Arruabarrena pareció un exceso ante un equipo que tenía poca vocación ofensiva.
Lo mejor se vio a los 12 cuando Richard Porta jugó de taco para Nacho González, este alargó para García que, también de taco, entregó el balón para la entrada en carrera de Porta. El tiro lo tapó el buen arquero Reyes.
Luego hubo que esperar hasta el final del primer tiempo cuando un par de subidas de Álvarez sacudieron la monotonía en la que se jugaba el partido.
Rentistas planteaba una defensa rocosa, en la que destacó un imperial Ignacio Ithurralde, y retrasaba sus mediocampistas casi hasta su área. De esa forma envolvía en una telaraña a su rival.
La segunda parte inicio con las mismas características. Rentistas se sentía cómodo en el campo mientras Nacional se repetía en los caminos para llegar al arco.
Tras el primer cuarto de hora, Arrubarrena puso a Álvaro Recoba y a Álvaro Fernández por Calzada y Carlos De Pena. Los ingresos revitalizaron al equipo. Tiros del Chino y desbordes por la izquierda del Flaco generaron la sensación de que el gol era cuestión de tiempo.
Sin embargo, de nuevo Rentistas se acomodó en la cancha. Los de Barán querían el punto y con ese fin encararon el último tramo del partido. Rentistas trató todo lo que pudo, de que el tiempo pasara sin que la pelota rodara. Pero le faltó tener un poco más de ambición ofensiva.
Con pocas ideas pero mucha convicción, Nacional cerró los ojos y fue. Hasta que de forma agónica, en el último instante tuvo su premio.