En 2010, cuando se creó el consejo, el ministro de Trabajo Eduardo Brenta le dijo al portal 180 que a través de este espacio se intentaría unificar esfuerzos y criterios en las acciones de responsabilidad social de las empresas.
La idea se trajo desde España y quien acercó la propuesta a Brenta fue el contador Gustavo Viñales, que luego representó al gobierno en este consejo de forma honoraria.
Viñales es Profesor Agregado grado cuatro del Departamento de Administración de la Facultad de Ciencias Económicas y actualmente trabaja como consultor asociado a CPA Ferrere en el departamento de Estrategia y capital humano. Ha estudiado y se ha especializado sobre la responsabilidad empresarial.
Según contó a No toquen nada, los problemas de funcionamiento les impidieron avanzar. "Nos reunimos cinco o seis veces y la verdad que tuvimos dificultades para transformar eso en algunas acciones concretas. Los motivos de eso pueden ser múltiples. Cada vez que se intentaba hacer cosas que pudiéramos tener todos los participantes la misma dirección y estado de acuerdo hacia un sentido, ahí empezaban las connotaciones de que no era sencillo que era lo mejor o lo políticamente correcto estar juntos en ese camino. La central sindical decía que el tema no estaba validado del todo en el PIT-CNT y que tenían que consultar, tampoco estaba validado dentro de la cámara y que la representación fuera sólida de las empresas", afirmó.
En Uruguay, las empresas que realizan donaciones en las áreas deportiva, cultural o educativa tienen beneficios fiscales. Viñales explicó que esas donaciones no son parte de la responsabilidad social empresarial, si no que son solo una donación -una buena intención- pero también puede pasar que esa misma empresa no sea socialmente responsable.
Según la comisión de las Comunidades Europeas “Libro Verde – Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas” y la propia Facultad de Economía, la responsabilidad social empresarial "es una visión de negocios que incorpora a la gestión de la empresa el respeto por: los valores y principios éticos, las personas, las comunidades y el medio ambiente. Es vista por las principales empresas líderes como algo más que un conjunto de prácticas puntuales, iniciativas ocasionales o motivadas por el marketing, las relaciones públicas u otros beneficios particulares. Ella es concebida como un amplio set de políticas prácticas y programas integrados en la operación empresarial, que soportan el proceso de toma de decisiones y son reconocidos explícitamente por la administración".