En el operativo comenzó el jueves pasado se allanaron un local en la calle Uruguay y Barbatos, que contenía cajas con alimentos vencidos, principalmente snacks.
“De ahí surgió una pista de que en Camino de los Hormigueros podía haber un depósito, se fue al lugar el viernes y vimos por la rendija del portón que había cajas similares a las que ya habíamos encontrado”, explicó a 180 Ricardo Pratto, secretario general de la Intendencia.
En esta ocasión la mercadería parecía tener la misma procedencia, aunque también se encontraron lentes sol; incluso “hay un rastro de parentesco entre el propietario del inmueble de la empresa del de la calle Uruguay y Barbato, y los dueños del depósito de Camino de los Hormigueros”, sostuvo Pratto.
El tercer allanamiento ocurrió el sábado, en otro depósito de la calle Uruguay y Vázquez. Pratto indicó que llegaron allí por “pistas” de los anteriores episodios y porque “había gente que decía saber sobre esto”.
“Un depósito sin permiso, mercadería en muy mal estado y heladeras con cucarachas. Un montón de irregularidades que provocaron la clausura y decomiso de la mercadería”, relató Pratto.
La investigación indicó que la mercadería era distinta a la de los otros dos allanamientos y que principalmente había helados. Pratto, agregó que en el lugar también encontraron “los elementos de refrigeración que usan habitualmente para transportarlos” por lo que podría tratarse de un lugar de “salida de heladeros y de garrapiñeros”.
“Después de estar clausurado el local pudimos apreciar que venían regresando los que habían salido a vender ese día”, detalló Pratto.
Además, mencionó que en el operativo siguieron a un vehículo que “le estaba entregando el pop a un vendedor callejero en la puerta de La Española”, lo cual confirmó la hipótesis inicial.
“Lo primero es impedir que esa mercadería se siga comercializando”, aseguró el secretario y explicó que al haber alimento en un depósito sin autorización la mercadería queda automáticamente inhabilitada.
En el último lugar, había una persona que se presentó como responsable del local, pero aún no se sabe si se trata de un depósito compartido por varios vendedores.
La Intendencia procede con el recuento de la mercadería decomisada para la identificación de unidades y marcas involucradas.