Portal 180

Es abogado, doctor en diplomacia por la Universidad de la República, docente de Derecho, actor y panelista de televisión.
En su Twitter dice: "hablo, digo y pienso, molesto a más de uno.
Alguien tiene que hacerlo en la aldea.
Laburo en redes y con las redes sociales".
Ahora, el exdiputado Washington Abdala decidió volver a la política y lo hizo en el sector de José Amorín Batlle, en el Partido Colorado.
Entrevista de Joel Rosenberg y Ricardo Leiva con Washington Abdala, en No toquen nada de Océano FM.
Joel Rosenberg: Washington, ¿por dónde viene este reingreso a la política?Washington Abdala: Yo qué se.
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fue querer ayudar y que alguna gente sintiera que se podía dar una manito en un momento en el que el Partido Colorado la tiene difícil porque está tercero.
Todavía Pepe Amorín la tiene más difícil porque es el retador de Bordaberry.
Como estoy ahora en un momento emocional, psicológico, profesional de mucha realización, me parece que puedo devolver.
A veces la gente va a los partidos a pedir, a sacar, en mi caso es al revés, me parece que en este momento puedo devolver.
Me pareció que era un actitud medio mezquina, miserable, si yo voy a votar a Amorín y soy batllista, ¿por qué no decirlo públicamente y arrimar un poco de carbón a esa barra? Ese fue el sentido, no tiene mucha milanga.
Ricardo Leiva: ¿Te invitaron a participar o fue iniciativa propia?Esto es así y ustedes son bichos que analizan la política de memoria.
Acá siempre hay gente que anda por la vuelta y está tratando de ver cómo hacer crecer a los partidos, siempre hay amigos que andan por allí y están mosqueando, vienen y te dan manija.
También está uno que no es un pelotudo y dice que eventualmente puede ayudar.
Esas dinámicas se produjeron.
Fue un amigo que nos citó a Pepe y a mí a tomar un café y después se hizo otro café con Tabaré Viera.
Se fue dando muy naturalmente.
No te vayas a creer que esto es muy conspirativo.
Fue una charla entre amigos.
JR: ¿La idea es ir en una lista?No tengo idea.
Yo sí les voy a armar una lista, ahora, un grupo, un movimiento.
No tengo ni número, mirá si estaré atrasado.
En otras épocas ya tenía el número registrado dos años antes.
No tengo número ni sede, pero lo vamos a hacer a corazón porque me parece que es lo que hay que hacer.
JR: ¿Cómo vas a combinar el perfil televisivo y de humorista que tenés ahora? ¿Lo vas a mechar?Claro, ¿por qué no? ¿Por qué ser una aldea y mirarlo con esa mentalidad? No digo que vos lo hagas.
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En todo el mundo los comunicadores, los actores, están comprometidos con la realidad, hablan, actúan, escriben.
Acá es como que no, en la aldea no.
Más sobre todo porque cuando hacés una lectura del lado de la derecha, parece que eso no está permitido.
Yo creo que sí, que está permitido todo, la gente tiene que entender que todo es posible.
¿Por qué no? ¿Cuál es el impedimento? Yo no lo veo.
Vos decías ayer que el Partido Colorado no es un partido de derecha, que por la historia no es de derecha.
¿Por qué sentiste la necesidad de decir esto?Muchas veces la oposición de los partidos históricos se ocupa de ubicarlos allí, en la derecha.
A veces los partidos históricos tienen alguna cadencia que hace que desde la lectura externa se los focalice en esa tipología.
Yo siento que el batllismo no eso.
A lo largo de toda la vida.
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Yo no te voy a embolar ahora sacando todas las leyes que impulsé.
Sí te digo las leyes a las que más ahínco metí no siento que hayan sido de derecha.
El batllismo no representa eso.
Pero hay una simplificación maniquea de la sociedad, a veces de un sector del periodismo para un lado y para el otro.
Los partidos históricos se dejan robar la petisa y quedan ahí mirando como Tin Tin en la esquina a ver si llueve.
Me parece que hay que dar esa batalla y deslocalizarse de ese lugar.
RL: Muchas veces el discurso es que el esquema derecha - izquierda ya no tiene validez.
En tu caso, no es así.
Mentira.
Yo soy teacher de Ciencia Política hace mil años.
Es verdad que no tiene validez en términos de categorías que definan contenidos dogmáticos porque a veces encontrás de una lado y del otro los dos relatos.
Pero si tiene validez en términos de simplificación política, de ubicación en términos de categoría, de posicionamiento.
La gente entiende cuando le decís derecha e izquierda, sabe lo que estás diciendo.
De un lado parece una lectura más conservadora y del otro una más avanzada.
Se capta eso.
Es una trampa mortal en la que los partidos históricos entran como tontos y tienen que salir.
Básicamente porque no son partidos de derecha, básicamente porque hay otro tipo de valores horizontales que los recorren.
Entre otras cosas quiero dar esa batallita que me parece que es interesante.
JR: ¿Pedro Bordaberry representa al batllismo histórico en el que vos creés?Yo no sé lo que él representa porque cada uno tiene que hacer su propia descripción del relato y estoy medio viejo para hablar, para pegar y que me contesten.
No tengo ni ganas, te digo la verdad.
Zafo de eso.
Yo sé lo que yo represento y sé lo que representa Pepe Amorín.
Me parece que el Partido Colorado necesita esa pata desesperadamente.
Hoy el Partido Nacional nos está enloqueciendo porque vos mirás una elección muy competitiva y vos decís que ahí se juegan cosas importantes.
Hay hasta frentistas que están evaluando ver si se meten o no en la elección blanca.
Pasa en colorados también.
¿Por qué? Porque está tan reñida que convoca a mucha gente.
Cuando una elección es tan reñida genera polémica.
¿Qué pasa en el Frente? Todo el mundo sabe que la mayoría de Tabaré Vázquez es relevante, sin embargo Constanza ha logrado montar un tinglado interesante, un ruido, un sonar de tambores interesante.
En el Partido Colorado hasta hace unos meses la cosa era bastante clara.
Era Pedro Bordaberry por paliza.
Creo que hay que montar otro tinglado interesante, hay que darle volumen a Pepe Amorín para que ese otro relato tenga sentido.
Si no, también es malo para la política cuando hay discursos muy únicos, dogmáticos, monocromáticos, con una sola voz.
No está bueno.
RL: Si tuvieras que resaltar cosas concretas que diferencian a Amorín en la interna colorada, ¿cuáles dirías?Me parece que es un tipo con valores humanistas de verdad.
Yo estoy con él desde hace décadas, en el 80 no teníamos dudas, no es que no nos acordábamos lo que habíamos votado.
Votamos no en el 80, estábamos contra la dictadura.
Tercero, me parece un tipo de valores morales intachables.
Cuarto, es un batllista, tiene ideas de justicia social, de igualdad.
Esos cuatro atributos me parece que son elementos incontrastables, nadie te puede decir nada.