Entrevista de Joel Rosenberg y Ricardo Leiva a Óscar Tabárez en el programa No toquen nada de Océano FM¿Cómo está a 60 días del Mundial? ¿Ya empezó la ansiedad previa o aún hay tranquilidad porque no están los jugadores?En realidad la actividad específica es con los jugadores, que son la parte importante de todo esto.
Eso va a ocurrir en mayo recién.
Pero verdaderamente hay mucha cosa para hacer en cuanto a recabar información, analizar parte de la realidad, sobre todo de los equipos que nos tocaron en la serie, lo más que se pueda saber de ellos, y también otras cosas que tienen que ver con esto, como la atención a la prensa y esas cosas que también hay que ordenarlas un poquito, porque en realidad aunque todavía diste mucho de los momentos más condensados en cuanto a actividad, el tiempo no sobra.
Ricardo Leiva: ¿Hay algo de trabajo a distancia con los jugadores?Hay mucho contacto permanente pero lo que específicamente hay ahora es un plan que es idea, responsabilidad y concreción del profesor Herrera, en el sentido de encarar a través de sugerencias y en combinación con los cuerpos técnicos de los equipos donde juegan nuestros futbolistas, una situación que se da en cualquier equipo que esté al final de una temporada.
Cuando se llega a un final de temporada, quedan un mes o un mes y medio, las cargas entre semana o antes de los partidos se disminuyen mucho, prácticamente se descansa y se juega, porque no tiene sentido dar cargas que van a tener un efecto demasiado mediato.
Y eso no ayuda mucho a las necesidad que tenemos los seleccionados de tener a nuestros futbolistas en condiciones de descansar, de recibir una carga física y de ir en buenas condiciones, sobre todo desde el punto de vista físico, al Mundial.
Para nosotros es algo crucial eso.
Y Ya hemos hecho esta experiencia que consiste en que se le mandan programaciones semana por semana, que los futbolistas tienen que hacer en su equipo como trabajo extra, que son trabajos de fuerza y trabajos aeróbicos de poco volumen pero que significan una carga física que los aleje un poco de esa situación de no hacer nada de ese punto de vista al final de la temporada.
Entonces cuando lleguen acá con ese trabajo por lo menos van a estar en condiciones, descanso mediante, de recibir cargas de trabajo y tratar de ir en una forma física adecuada al Mundial.
Es la única actividad que podemos hacer a distancia, siempre con el consentimiento de los clubes, no es nada que los perjudique a ellos para la actividad en su club del fin de semana, pero nos ayuda a nosotros bastante y ya lo hemos hecho para el Mundial de Sudáfrica, para la Copa América, y los futbolistas, que son muy conscientes y confían en eso, cumplen a rajatabla con ese plan que se les manda obviamente muy detallado.
Se junta la actuación de Sudáfrica, la Copa América, los muchos años que usted tiene al frente de la selección.
La expectativa es grande, pero desde el cuerpo técnico, y comparándolo con aquella previa al Mundial de Sudáfrica, ¿se siente como que hay más expectativa por este Mundial?Sí, de parte del entorno evidentemente, y en cuanto a un análisis lo más objetivo posible de nuestra realidad, más allá de que se han incorporado algunos jugadores que no estuvieron en Sudáfrica en los últimos tiempos y han alternado bastante en el equipo, hay una base más que probable de futbolistas que van a repetir.
Antes del Mundial de Sudáfrica con experiencia en Eliminatorias y en un Mundial no sé cuántos jugadores había, creo que eran tres -Diego Pérez, Diego Forlán y Sebastián Abreu-, pero ahora la mayoría.
Quiere decir que deberíamos haber aumentado nuestro potencial a nivel de la experiencia de ya haber participado en un Mundial, de saber lo que es, de la diferencia que tiene con las Eliminatorias.
Y en el caso de este Mundial además, más allá de las oscilaciones que hemos tenido y los momentos muy difíciles que pasamos en la segunda mitad de 2012 y el primer trimestre de 2013, también es un hecho objetivo que hemos superado eso a través de una recuperación anímica y futbolística que nos llevó al alivio de haber conseguido algo que en algún momento, en algún análisis también objetivo y lógico, se presentaba como no digo imposible pero poco probable por las dificultades de los partidos que teníamos.
Y bueno, nos quedaban cinco partidos difíciles que para mucha crítica especializada, aplicada también a un criterio lógico eran casi insalvables, pero de esos cinco ganamos cuatro, y si hubiéramos empatado el que perdimos en Ecuador íbamos directamente al Mundial.
Tuvimos que ir otra vez a un repechaje pero ya con un blindaje anímico y de confianza importante, más allá de que nosotros hacemos un credo de que la realidad está en los partidos.
Ese ejercicio lo hacemos permanentemente y creo que es parte de la imagen de esta selección, que hay que prepararse muy bien, hay que confiar en que se pueden lograr las cosas pero la realidad va a estar al momento de jugar el partido.
Y para el Mundial va a ser lo mismo.
¿Y cómo se hace para que ese blindaje y esa situación del entorno, cuando lleguen los jugadores, no complique? ¿Se aísla a los jugadores esos 30 días?Y bueno, sí, un poco pasa por ahí la idea.
Nosotros creo que tenemos claras las cosas, lo que voy a hacer yo cuando vengan es repetir conceptos de esto que estamos hablando, pero hacerles ver que dependemos mucho de ir en buenas condiciones desde el punto de vista físico y desde el punto de vista de la mentalización.
Y obviamente trabajando tácticamente algunos aspectos que tienen que ver con lo que vamos a intentar dentro de la cancha durante los partidos.
Eso creo que está claro.
Pero después también vamos a tener que manejar mucho las cosas con el entorno porque es muy atractivo un Mundial.
La expectativa de la gente es totalmente legal, para usar un término un poco brasileño, está bien que sea así, pero nosotros, más allá de que tenemos ilusiones como cualquier persona que encara una actividad para hacerla lo mejor posible, no podemos decir que con eso basta, y todas esas cosas que está bien que las diga un aficionado, que vamos a jugar la final del mundo con Brasil porque es en Maracaná, para decir una cosa de las más exageradas o más cuestionadoras de la realidad, de la lógica, nosotros tenemos que pensar diferente como profesionales y tenemos que aprovechar mucho el tiempo.
Y esto pasa también porque estos futbolistas atraen mucho a la gente, la gente en muchos casos los admira mucho, pero nosotros tenemos que controlar bien los tiempos.
Los jugadores acá van a tener tiempo de trabajo, van a tener horas libres, que eso ya está, se los mandamos con la suficiente anticipación, porque ellos están en Europa, algunos vienen con la familia, algunos no, tienen que planificar su estadía acá, y en sus horas libres pueden ir a la actividad que sea, pero nosotros vamos a tratar, y eso ya lo hemos dicho a la gente que pretendía venir por actividades a veces loables al Complejo en la previa del Mundial, que esas actividades vamos a tratar de limitarlas al máximo, porque sino no se puede.
Yo por ejemplo, hablando de otra cosa que tiene que ver conmigo, por suerte yo no juego, hace poco viene el jefe de prensa a ponerme el número de entrevistas aparte de esta que se sugerían, y estaban cerca de las 60.
Si las atiendo de a una, no puedo, sí algunas que ya se habían pedido con suficiente antelación y estábamos un poco en deuda, pero las otras tratamos de nuclearlas por ramas de actividad para tratar de disminuir el tiempo de atención a esos aspectos que son importantes pero no tanto como la concentración que hay que tener.
El tiempo es el mismo que hemos tenido para Sudáfrica, pero no es mucho, y vamos a tratar de aprovecharlo al máximo, ya digo que en eso hemos recogido una experiencia ya de trabajo, pero no nos podemos desbalancear.
Entonces de esa manera más o menos, con esos criterios vamos a encarar esa última fase de la preparación.
Usted le dijo al Tato López en el libro El camino es la recompensa que había leído un libro de una británica, Barbara Knapp, que se llama La habilidad en el deporte había encontrado algunas respuestas, o al menos algunas preguntas que se hacía para encontrar respuestas.
Dice que en los deportes colectivos el concepto de habilidad está estrechamente vinculado a la toma decisiones.
"A mí me sirvió para razonar lo siguiente: ¿qué es ser hábil?", contaba usted.
Ahí el Tato le responde "ser hábil es resolver".
Y usted le decía eso.
¿Puede ahondar en ese concepto? ¿Ser hábil es resolver? ¿Cuándo es hábil un jugador?Voy a tratar de explicarlo con una cosa que no se da en la realidad como lo voy a explicar, pero sirve para la explicación.
Cuando un futbolista se ve enfrentado a una situación, vamos a suponer, en posesión de la pelota, tiene una dificultad técnica para controlar la pelota, tiene rivales, tiene compañeros a los que va a tratar de pasarles la pelota posiblemente o que le sirvan como elementos distractores.
Entonces para cada situación hay una especie de gama de posibles soluciones, pero hay una que es la correcta y el futbolista hábil en la mayoría de los casos elige la decisión correcta, que a veces por una imperfección técnica en la ejecución no llega a buen término, pero a mí me sirve por ejemplo cuando llegan las primeras citaciones de chiquilines de la sub15 o algún jugador nuevo que llega para la sub17 o sub20 que no lo he visto, analizo este tipo de cosas, cómo resuelve las situaciones, cómo toma las decisiones, porque si no fuese así habría que ir a buscar los grandes futbolistas en los chiquilines que lamentablemente dominan la pelota en los semáforos para recibir una moneda, o en artistas de circo, o en estos que salen en un programa de televisión que se llama Freestyle -estilo libre-, que hace cualquier cosa con la pelota.
Y muchísimos de ellos no saben jugar al fútbol ni cerca.
Es por ese lado que viene la cosa, y a mí me ha servido mucho para afirmar los conceptos.
¿Cuándo conoció a Suárez?Fue en el 2006, él tenía 18, cumplía 19 años ese año.
¿Qué tenía Suárez en ese momento y qué tiene hoy?Tenía esas ganas que pone en los partidos, esa competitividad.
En el aspecto agonístico siempre tuvo esa característica.
Yo muchas veces, como a veces no se le reconocían muchas cosas, a mí siempre me sorprendió desde que vino, y una vez discutiendo de Suárez, porque capaz que yo lo elogiaba mucho en las conversaciones que teníamos, no cuando estaba él presente por supuesto, pero con técnicos y con gente que mira fútbol, muchos me decían: "¿Pero no ves la cantidad de pelotas que pierde?".
Y sí, en su vinculación con la Primera División, que creo que fue en ese año o en el año siguiente, apareció en Nacional y me acuerdo que hasta lo silbaban, no le perdonaban la poca edad que tenía porque erraba muchos goles y perdía muchas pelotas.
Yo les hacía reflexionar: fíjense lo que pretende hacer siempre.
Y él no utilizaba la jugada superflua de tocar para un costado o siempre tocar para atrás.
Siempre encaraba y siempre intentaba poner la pelota detrás del defensa.
Obviamente arriesgaba permanentemente la pelota en eso y a veces se la quitaban, pero cuando lo lograba generalmente era gol.
Y eso lo fue aumentando con subir al fútbol holandés primero, al Groningen, después al Ajax.
Después esta historia que pasó al fútbol inglés.
Yo siempre decía que cada vez que él venía a la selección en una fecha FIFA o una competición continental, siempre venía logrando algo.
Fue goleador del Groningen cuando llegó, después pasa al Ajax, fue goleador.
No fue goleador mundial por la ponderación de la Liga Holandesa frente a otras más significativas, pero en cuanto a número absoluto de goles, lo hizo.
Y fue capitán del Ajax de Holanda a los 21 años.
Y ahora fue a Liverpool.
¿Está más retrasado en la cancha? ¿Qué le ve nuevo a Suárez?No le veo nada nuevo, es el mismo potencial, y obviamente los futbolistas que están pendientes y tienen ganas de superarse, de salir a ganar partidos, de salir a dar todo adentro de la cancha, van evolucionando.
No quiero ser simplista pero tiene cuatro años más y bien aprovechados, respecto por ejemplo al Mundial.
Y es el caso también de otros futbolistas jóvenes que vienen empujando.
Todo esto necesita tiempo y él ahora está junto a Cavani, Cáceres, en la edad que para mí es ideal de un futbolista, cuando está al máximo de sus posibilidades físicas, tiene todo su potencial.
Después de los 30 años -más o menos, eso es muy individual- ciertas potencialidades o ciertas características sobre todo desde el punto de vista físico empiezan a disminuir.
El futbolista cuando tiene un gran andamiaje desde el punto de vista técnico igual eso lo sobrelleva más tiempo, pero como edad ideal es esta, la edad que tiene Luis, 27 años, la que tiene Cáceres, la que tiene Cavani.
Y algunos jugadores que todavía no han llegado a esa edad vienen en camino.
Por lo menos desde mi punto de vista es con ese ojo que hay que evaluar a los futbolistas en su trayectoria.
Cuando ustedes estaban en Jordania hablamos con Sebastián Eguren.
Estaba fuera del plantel en ese momento y habló mucho del plantel.
Sebastián Eguren: El nivel que presentan los jugadores de elite a esta altura genera un relacionamiento como el que tenemos nosotros dentro de la selección, no es normal, entonces para mí la particularidad es esa, que hay un respeto, hay un nivel de amistad, si bien no sos amigo de los 25, la gran mayoría tiene una cercanía especial, un cariño por el otro, un respeto que hace que cada encuentro, que cada vez que nos vemos sea algo especial, y eso no es fácil de conseguir, más allá de que el equipo rinde, que juega, que a veces juega mejor o peor, tiene esa particularidad, y además hace que quien llegue se sienta cómodo y se sienta que es parte enseguida de algo que puede parecer que está cerrado y no sé qué, pero sin embargo son pibes con muchísima buena onda.
Hay una manera, una forma de moverse ahí adentro, de respetar a todos, no solamente a los jugadores sino a la gente que trabaja, a las decisiones de los técnicos, a la prensa, a los hinchas también.
Tabárez, ¿con qué pautas se logra esto que die Eguren?Se fue dando.
Él ha dicho todo en esas palabras.
La palabra que repite dos o tres veces es "respeto".
Y nosotros eso hasta lo hemos escrito en el proyecto con que empezó todo esto a partir de 2006.
Procuramos tratar de la misma manera a un chiquilín de 13 años que llega para la sub15 como a Suárez, por nombrar un futbolista de la selección mayor.
Creo que eso es con la intención de que haya una devolución.
El que está en un clima donde el respeto personal es prioritario se acostumbra y le gusta ser respetado y tener pautas de comunicación con el otro, entonces en ese sentido creo que es lo básico.
Hubo altibajos con esto también, como pasa siempre.
No al punto de quitar la característica general.
Lo que dice Eguren es totalmente cierto, sobre todo cuando llega algún futbolista en una primera convocatoria o que no estaba desde el inicio, es recibido yo diría que especialmente, como para hacerle ver sin ningún tipo de dudas que es uno más y que ahora está a lo mismo que todos los demás.
Pero hay una crítica que habla del grupo cerrado de Tabárez.
Usted la ha escuchado.
Sí, lo he escuchado, pero también eso es una opinión, la que describe Eguren es otra de las realidades de alguien que ha estado adentro.
Yo no me voy a preocupar de eso porque ya lo han dicho muchísimas veces, y desde el Mundial de Sudáfrica, yo qué sé, Gastón Ramírez, Abel Hernández, Alejandro Silva, Christian Stuani, por ahí estuvo en un momento Gonzalo Castro.
Siempre se ha intentado, cuando estamos convencidos de que un futbolista tiene un perfil para aportar al equipo futbolísticamente y además, que eso a veces no es muy difícil de verlo cuando uno no lo tiene con uno, pero tratamos de informarnos también que tenga un perfil que le permita sin ningún tipo de dudas adaptarse a este tipo de relacionamiento, a este tipo de grupo.
Porque acá hay futbolistas de elite que son estrellas pero acá adentro de la selección nadie se siente así, y eso también es una realidad.
Y ayuda mucho, por eso, cómo se hace me preguntas tú, pero no hay fórmulas, y el gran mérito es de los propios futbolistas que han llevado adelante esto con la convivencia diaria.
Usted describió el problema de salud que tuvo en una entrevista con La República de esta manera: "un problema funcional, mecánico, en la columna lumbar, donde se realizó un tratamiento en el cual se llegó a la conclusión de que la mejor solución era la cirugía".
Esto fue justo el día del sorteo, el 4 de diciembre.
"Y por suerte todo lo que me aquejaba, que eran dolores permanentes y dormidera de la pierna, desapareció".
Esta es una descripción técnico-médica de lo que pasó.
¿Pero cómo lo vivió desde lo emocional? Porque también le declaró en su momento al diario El País que hasta dudó de estar presente en el Mundial.
Bueno, sí en cuanto a que me costó mucho por esos síntomas que tenía, y además porque me obligaba a tener una movilidad muy limitada durante el trabajo.
Y jamás esto lo comenté ni con los futbolistas, obviamente con mis compañeros del cuerpo técnico sí, porque están muy cerca y estamos en contacto todos los días.
Ni con otros cuerpos técnicos, pero todos captaban el problema y todos tuvieron su parte, y yo lo agradecí públicamente, en que las cosas siguieron, la calidad del trabajo no se perdió, más allá de que a veces, por poner un ejemplo, hacíamos jugadas de pelota quieta, que después de un tiempo ya están bastante automatizadas pero siempre hay que ensayarlas porque puede haber algún detalle, puede cambiar el rival, puede haber cosas para controlar o para sacar ventaja, y a mí me veían parado en determinada zona haciendo mi función pero sin ningún desborde de movilidad e interiormente sufriendo mucho el dolor porque tampoco podía estar parado mucho tiempo.
Y bueno, todo eso no ocurrió solo en la última etapa sino que fue un proceso de años que se fue agravando al punto que en los últimos partidos tuve que optar, porque ahora los aeropuertos cada vez son más modernos pero cada vez hay que caminar más porque son inmensos.
Y bueno, me tuve que ayudar con bastones para mejorar la marcha y no tener que detenerme tanto, y bueno, los futbolistas fundamentalmente lo veían y lo tomaron como una cosa natural y en ningún momento nadie se desconcentró por esa situación que pasaba el entrenador, así que fue una cosa más.
Ahora por suerte ya es historia en ese sentido.
No estoy para correr 100 metros en velocidad pero por lo menos para pararme al lado del banco un rato largo estoy.
La pregunta es obvia.
Los brasileños lo van a atormentar con la final de Maracaná.
Algún uruguayo se colgará, pero estamos más acostumbrados a que esta pregunta es recurrente acá y a veces no la hacemos, pero apenas tenga una conferencia de prensa los brasileños van a estar con Maracaná, el fantasma, la final y el 50.
¿Tiene el casete preparado para contestar?Sí, sí, ya lo han hecho.
En la Copa Confederaciones ya preguntaban y ahora cuando fuimos a un seminario a Florianópolis también muchos vinieron con esa pregunta.
Les contesto lo que he reflexionado después de tanto tiempo.
Que lo de Maracaná es intocable, que no hay revancha posible, no hay nada que pueda hacer Brasil para bajar la dimensión de lo que fue Maracaná para los uruguayos, eso está fuera de discusión, pero también aclarar que fue en otra época, en otra realidad no solo del fútbol sino del mundo, donde Uruguay ocupaba un papel en el concierto de las naciones desde el punto de vista internacional que ahora no ocupa por la evolución que ha tenido el mundo, y Brasil tampoco.
En este momento es una de las economías emergentes, está entre las mayores economías del mundo, y en aquel momento no era la realidad así.
Desde el punto de vista futbolístico, y esto lo empecé a reflexionar desde que una vez fundamentalmente tuve oportunidad de conversar con Schiaffino previo a un partido que jugamos en Verona al que él fue invitado por la Federación Italiana, que me aseguraba que era muy parejo el nivel de Uruguay con el de Brasil en aquella época.
A veces ganaba uno, a veces ganaba otro.
Una realidad bastante distinta a lo que es la actual.
Brasil es una potencia, tiene millones de jugadores federados, tiene para elegir.
Bilardo a veces decía en broma: el problema con los brasileños es que a veces van perdiendo un partido, tienen un tiro libre, y llaman a uno de la tribuna para que lo tire y es gol.
En cuanto a que allá el filtro es mucho mayor que el que podemos tener acá, la cantidad de futbolistas elegibles son mucho más, entonces por ahí voy dando las respuestas.
Evidentemente se quiere la respuesta un poco provocativa y estarían contentos los periodistas que vienen a hacer esa pregunta que uno dijera algo fuera de lugar porque eso daría espacio para hablar algunos días.
Pero lo tenemos muy claro, desde el punto de vista de la gente, o del aficionado, tiene toda la expectativa, porque ahora previo al Mundial hay que darle lugar al espíritu positivo y disfrutarlo, ir con alegría, pero nosotros tenemos claro.
Y les digo otra cosa: ojalá jugásemos con Brasil porque eso significaría que por lo menos pasamos la serie, que es lo primero en que tenemos que pensar.
Lo de la ilusión de los niños y el Mundial de Sudáfrica a usted le impactó.
Hoy en día tiene nietos, ¿de qué edad?Mis nietos tienen 15 años Santiago, cumple 16 ahora en mayo, Sofía 6 años, y Melisa me ha dado dos nietos últimamente que cumplen el 3 de mayo dos años Leandro y el 10 de junio, nació el día antes del partido con Venezuela, para los que hablan del pan abajo del brazo, Facundo.
Facundo estuvo invicto hasta que perdimos con Ecuador, volvió a la realidad, pero ya su llegada tuvo que ver con esa seguidilla.
¿Lo lleva a Facundo?Va a haber que llevarlo, sí.
No creo mucho en esas cosas pero tengo sí cuatro nietos.
¿Cómo toma usted esa relación con sus niños? ¿Cómo es ese ida y vuelta cuando Uruguay está en esas instancias que todo el país está pendiente?Sabiendo que hay que separarse un poquito de ellos pero sabiendo que están pendientes.
Leandro, que todavía no cumplió dos años, el otro día se despertó diciendo algo así, cantando como que "soy celeste".
Eso es porque está en determinado entorno, cuando ve un partido de fútbol dice "abu" y esas cosas, que a uno, como a todos los abuelos, dicen que se nos cae la baba, y es cierto.
Sentimos un regocijo porque en definitiva son las cosas importantes de la vida y van más allá de los sube y baja que se puede tener en la actividad que uno desarrolla.
Es el lugar y las personas a las que uno siempre vuelve y está deseando volver.
Y además son niños como todos los otros muchos que, sobre todo a través de los padres, reciben información.
Viene un señor o una señora de entre 30 y 40 años y a veces no me piden nada, vienen y me dicen: "Le quiero agradecer todo lo que ha hecho".
Al principio yo le decía que no era tan así.
Ahora lo recibo porque no quiero influir en la intención de la gente y a veces me piden autógrafos, y yo digo: "¿Para quién es?".
"Para mi hijo, que se llama de tal manera".
Y les pregunto la edad y cuando me dicen que tienen 8, 10, 12 años, me pone muy contento sobre todo por ese pensamiento positivo que muchas veces tiene que transmitir el deporte a los que lo siguen desde afuera, y se ve facilitado cuando tienen al alcance de la mano gente, en este caso los futbolistas de la selección, que puede ser reflejo o modelos -sin pretender ser exagerado- desde el punto de vista de un posible camino que ellos pueden hacer en el deporte y en la vida.
Actualizado: 04 de agosto de 2014 — Por: Redacción 180