One Direction llega a Uruguay para tocar por un una hora y media, y enseguida que finaliza el espectáculo vuelan hacia Río de Janeiro para continuar con su gira "Where we are".El show empieza a las 20:30, las puertas del Estadio Centenario abrieron a las 16:30, pero los fans están hace horas haciendo la fila para asegurarse un buen lugar adentro.Como en todo concierto hay quienes compraron su entrada hace un año y quienes la consiguieron en las últimas horas. Están los súper ansiosos que acampan hace más de un día y los más despreocupados que llegaron al Estadio sobre el mediodía de este martes."Llegamos a las seis de la mañana y aunque había gente desde ayer acampando en un momento todos empezaron a correr, llegamos corriendo, nos tuvimos que colar y nos amontonamos así, estamos adelante de otras que vinieron mucho más temprano", contó a 180 Sofía, que estaba en los primeros lugares de la fila junto a dos amigas y su madre las esperaba del otro lado de la valla. En contra de las recomendaciones de la Organización sobre no acampar ni llegar al lugar tantas horas antes, sobre todo por la cantidad de niños que asisten al concierto, la gente empezó a amontonarse para hacer la cola y el fanatismo sacó a relucir su lado no tan alegre.En los primeros lugares de la cola apenas se podían mover. Faltaban más de cinco horas para que empezara y muchas chicas ya estaban llorando. Había padres que se insultaban y reclamaban a los gritos para que el personal de seguridad "solucionara" la aglomeración. "'¡Hagan algo, están matando a la gente acá, más atrás está vacío, ustedes son los que amontonan!", gritaba una mujer.Filas hacia un lado y hacia el otro del Estadio se confundían y algunos más distraídos hacían una cola que termina siendo la que llevaba a los baños químicos. Hacia el fondo del recorrido la tensión disminuía. Había grupos que esperaban sentados y aprovechaban para comer, otros que ensayaban canciones y se lookeaban para la ocasión. Los pocos que estaban por fuera de la fila vendían merchandising de la banda o revendían su entrada. Tal vez, algunas fans adolescentes, que a un año de haber comprado la entrada cambiaron de parecer, o simples aprovechadores del negocio buscaban hacerse unos pesos.Dos mujeres argentinas esperan a que sus hijas de 12 y 18 años entraran al show. "Nos robaron las entradas que teníamos para el show de allá, a la empresa que les compramos, así que aprovechamos una oferta que apareció para el show de Uruguay y vinimos", contó una de ellas a 180.
Actualizado: 04 de agosto de 2014 — Por: Redacción 180

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