José María Lez, presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi), expresó al portal de Presidencia que en enero se dieron cuenta que no se iba a llegar a la media de 120 millones de kilogramos de uvas, que es lo esperado para el país por su superficie de cultivo. "Eventos climáticos adversos determinaron que la uva pesara menos lo que provocó una reducción de kilogramos", comentó. La helada de octubre y el exceso de lluvias en enero fueron algunos de los factores que lo provocaron. Sin embargo, la mejora en el clima durante febrero permitió que "las uvas tintas lograran el objetivo de calidad trazado", de acuerdo a Lez. El jerarca indicó que la cosecha permitió que se hicieran "excelentes vinos" y añadió: "logramos altos estándares de calidad y menos cantidad".Las vides se extendieron en una superficie de 7.600 hectáreas en las que 202 bodegas tomaron parte. Hasta principios de abril se realiza la vendimia, aunque comienza entre enero y febrero, según la zona del país.