Un show para "disfrutar mucho más" que en los anteriores

"Estamos preparados espiritualmente para disfrutar este show mucho más que cualquiera de los anteriores", dijo Gabriel Peluffo en la previa de los 25 años de Buitres que se festejarán este sábado en el Velódromo a las 20 horas. En entrevista con No toquen nada explicó cómo la crisis del 2002 cambió su forma de hacer música, dijo que Mientras es el "White Album" de la banda y contó que ahora escribe en cuadernos de su hija que a veces tienen imágenes de One Direction.

Actualizado: 04 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Un show para "disfrutar mucho más" que en los anteriores

Sin datos (Todos los derechos reservados)

Entrevista de Joel Rosenberg y Miguel Ángel Dobrich a Gabriel Peluffo en No toquen nada de Océano FMJoel Rosenberg: Gabriel, estás diplomado en infectología pediátrica.
Gabriel Peluffo: Sí, es una diplomatura que por suerte la parte académica de la Facultad de Medicina, el servicio de pediatría, tomaron mi iniciativa y ya vamos tres generaciones de diplomados en infectología pediátrica.
En general los que nos vamos diplomando nos incorporamos un poco a ayudar en la parte docente y estamos planeando volver el año que viene a que haya nuevos inscriptos.
Está muy bueno.
La infectología pediátrica está muy buena.
No te vamos a preguntar específicamente de infectología pediátrica, pero como los celulares con dos chips, vamos a intentar que este recorrido tenga parte de ese estudiante, ese padre, ese médico, ese docente, porque también es parte de tu vida, si bien no es arriba del escenario.
Vayamos a 1989.
¿Por qué se termina Estómagos y comienza Buitres?Los años de Estómagos, para los integrantes que éramos muy jóvenes, fueron años muy difíciles.
Estábamos con toda la energía y alegría de ser adolescentes o jóvenes que empezábamos con algo nuevo y en determinado momento estalló, y rápidamente se apagó.
No supimos entender demasiado eso.
Ni nosotros ni los demás artistas, porque también le pasó lo mismo a Los Tontos y a Los Traidores.
Éramos las bandas que reflejábamos la punta de ese movimiento, sin dejar de lado que había otras bandas que también estaban, como La Tabaré o El Cuarteto, pero estaban en otros ámbitos.
Las bandas esas, que se llamó del rock post-dictadura, nos separamos cuando vimos que las cosas no andaban bien.
Internamente estaba complicado: no tocábamos y éramos chiquilines, las discusiones que había en los ensayos eran más trascendentes de lo que realmente eran.
Primaron las diferencias musicales que había, pero en realidad era una excusa para terminar, no lo pensamos demasiado.
¿Y por qué empieza Buitres?Porque había una idea de seguir tocando.
Gustavo se había juntado con el Pepe, el Pepe había tocado en Estómagos durante más de un año porque Fabián había tenido un problema de salud.
No fue algo importante pero no pudo tocar con nosotros durante más de un año.
El Pepe, el Gordo y yo nos conocíamos mucho.
En realidad, cuando terminó Estómagos, el Gordo y yo terminamos muy peleados.
El Pepe nos volvió a acercar.
Ahí te dabas cuenta que las peleas que habíamos tenido eran unas pavadas.
Empezamos con esto.
La idea de ellos era "toquemos, ensayemos, saquemos temas, hagamos versiones de temas de los 50, vayamos por primera vez en la vida a divertirnos a los shows y no con el peso enorme que era ir con los Estómagos, que estaba siendo rodeado de ciera tensión.
Empezamos a divertirnos y a tocar donde podamos.
Y ese fue el inicio, pero fue muy corto ese periodo de diversión o de licencia, porque rápidamente asumimos la responsabilidad porque empezamos a tener público que nos empezó a seguir.
Juan Casanova nos habló de ese momento que les tocó vivir y también de su visión de los Buitres.
Juan Casanova: Nosotros somos contemporáneos más en el tiempo de Los Estómagos.
Recuerdo claramente cuando me llevó a las manos su primer demo de Los Estómagos, canciones como La Barométrica, la versión que tenían de Cambalache.
De hecho Traidores debuta en un show de Estómagos.
Los íbamos a ver, ellos nos iban a ver a nosotros.
Compartíamos muchas influencias.
El tiempo en que nos tocó vivir y componer música creo que nos marcó a todos y hace que tengamos las dos bandas muchas cosas en común.
La previa a la salida de la dictadura y la salida de la dictadura.
Ese combo grande que había.
Sí, aparte eran dos bandas que hasta en cierto punto eran competencia en determinado momento.
No éramos enemigos, en realidad ellos no solamente debutaron en un show nuestro -ellos estaban en la calle y les dijimos si querían tocar, y tocaron-, sino que ellos después fueron al ensayo de Pando, por ejemplo.
Hace poco me reencontré con Víctor Nattero, que había estado viviendo en Argentina, y canté con Juan varias veces pero canté con Traidores en Espacio Guambia, y cómo la distancia, después de un montón de años, pensar que en realidad las dos bandas podían haber sido bandas rivales, es muy gracioso.
¿Era de la gente eso?Se formaron dos banditos, sí, los que seguían a Estómagos y los que seguían Traidores.
Yo lo que recuerdo es que Traidores eran muy buenos.
El disco Montevideo agoniza es un disco que tiene vigencia aún Desde todo punto de vista: los temas, las letras y cómo está grabado, tiene un sonido muy bueno.
Era una muy buena banda Los Traidores.
En el 89 arranca una época muy fermental en sentido de discusiones, se hablaba en todos lados de política.
Ahí va, las bandas estaban un poco politizadas.
Pero a vos te achacaron cambiar de discurso.
"Te vendiste al sistema".
.
.
Sí, eso pasó.
Cada tanto son comentarios.
Todo aquello que representaba Estómagos, de estar a la contra de muchas cosas o de tener una función de denuncia, si bien ese tipo de temas no son los que más quedaron de Estómagos.
Pero sí, evidentemente Estómagos transitó por un lugar, lo mismo que Traidores, en el cual estaba complicado.
Yo creo que también Los Tontos lo eran y también El Cuarteto lo era a su manera, éramos transgresores, más allá de que en las letras utilizáramos un panfleto como forma de expresión, no como un demérito.
Se usaba mucho el panfleto, la sentencia, la letra.
Probablemente hablábamos de cosas que no sabíamos demasiado de qué se trataban hasta que la vida te lleva a darte cuenta de que las cosas que estás hablando no son como vos creés.
Miguel Ángel Dobrich: ¿No te parece que esa acusación tiene que ver con una reacción al éxito?A mí me sorprende tremendamente la fantasía del éxito.
En realidad el retorno económicos nosotros lo tenemos prácticamente los últimos 12 años.
Los primeros años de Buitres fueron muy similares a los siete años de Estómagos.
Para muchos artistas es lo mismo.
¿Esa idea del éxito es de ahora?Yo entiendo cuál es el mecanismo.
Algo que pertenecía a vos generacionalmente, en el cual vos estabas junto con la banda, la contra de todo el mundo, de repente le empieza a gustar a todo el mundo, y a todo el mundo le parece fenómeno.
Lo que está rompiendo no es la banda.
La banda dice "estamos rompiendo todo", el tiempo va pasando y las cosas van cambiando y se van modificando.
Me parece que un poco es eso.
Hay algunas posturas que ha mantenido la banda durante mucho tiempo.
"No tenemos que hacer canciones, si quisiéramos tampoco tendríamos que hacer más discos, somos muy flexibles: podemos tocar y dejar de tocar lo que queramos".
¿Arrancaron hace 25 años casi con esa impronta?Sí, es verdad.
Empezamos un poco con esa idea.
En un momento volvió la idea de "hay que tocar, hay que hacer el disco".
Eso también pasó en estos 25 años.
Por suerte la volvimos a dejar, a tal punto que hace cuatro años que no hacemos un disco y en realidad nos estamos tomando el tiempo, estamos componiendo, pero entendemos que tenemos respetar nuestro tiempo.
Ya nuestro tiempo no es de hacer discos tan seguidos, pero nos gusta muchísimo hacer canciones.
A nosotros en lugar de total libertad, hay un montón de letras de la banda que hablan en última instancia de "tratá de hacer las cosas que vos querés y no dejes que los demás te digan por qué camino tenés que andar" o "no te dejes presionar tanto por los estereotipos".
El único productor que tuvimos fue Michel Peyronel, un tipo muy flemático, socialmente bien posicionado y con una idea de la sociedad muy diferente a la que tenemos nosotros, cuando leyó la letra de "Soy del montón" vino y me dijo: "bueno, en realidad no somos todos del montón, ¿verdad?".
Yo le dije: "yo creo que soy del montón pero cuando yo la canto, yo me siento igual a la gente y eso es un poco la idea de decirlo".
Uno puede tomar su camino y hacer las cosas a la manera que uno quiere, no es fácil, ningún camino es fácil, y eso es un poco lo que hacemos, tocar como queremos.
Internamente tampoco tenemos una coherencia, porque tengo al Gordo que quiere tocar todos los fines de semana y yo que quiero tocar a veces, eso está en los gustos de cada uno.
¿Y ahí como deciden?Democracia.
Planificamos un año más o menos y tenemos establecido algo fijo, y yo tengo cierta flexibilidad por si salen otras cosas, tocar.
MAD: O para decir que no.
"No, tengo guardia.
.
.
"No, no hago más guardia, por suerte no hago más noche ni jornada laboral muy extensa.
Es para estar con tus hijos, con la familia.
.
.
Me lo dijiste hace un par de años: "Yo soy lo que soy por haber trabajado en el Pereira".
¿Cuánto de lo que sos empezó a pesar en la banda, o no, o pudiste vivir dos vidas paralelas?No, no pude vivir dos vidas paralelas.
Me parece que en parte esta respuesta tiene que ver con lo de la visión que tienen de afuera, que te vendiste al sistema o algo por el estilo.
En determinado momento me empapé de una realidad a la cual no estaba acostumbrado y que vivía un poco por fuera.
Gracias a la medicina general, al contacto con los pacientes y sobre todo en la pediatría y sobre todo en el Pereira, entendiendo un montón de realidades que lo llevan a uno a tener una visión totalmente diferente de las cosas.
¿Qué año era eso?A partir de mitad de los 90 en adelante.
Cuando empezás a hacer la residencia, que residís en el hospital, prácticamente estábamos 70 horas por semana en el hospital.
Al principio todos los jóvenes pasamos por una etapa en que negás un poco todo eso y te enfrentás a la gente, hasta que al final empezás a escuchar, a sentarte y a aprender mucho de la gente.
Yo aprendí muchísimo de la gente y sigo aprendiendo y sigo admirando a la gente, qué capacidad que tiene de vivir y de ser feliz con muy pocas cosas.
¿Cómo se traslada eso a la música?Ahí cambian las letras.
Lo que a mí más me dolió, que yo lo vi, porque nos pasó a todos, es lo que pasó en la crisis del año 2002.
Cómo la distorsión que se produjo a nivel social, lo que más escuchamos todos fue el grito de la clase media y la clase media-alta, pero no escuchamos a los más perjudicados de todos.
La cantidad de gente que se tuvo que ir, la cantidad de gente joven.
Nosotros tenemos un montón de fans que se fueron.
Había gente que nos iba a despedir al último recital, por ejemplo.
Tocamos en España para la gente de la construcción que estaba trabajando, en vivo, fue una cosa muy emocionante, y eso me parece que está plasmado.
Yo creo que Mientras, si uno se lo pone a leer, después de haber tratado con Estómagos e incluso con los primeros discos de Buitres de hacer letras con compromiso social, en Mientras están las cosas reales que me pasaron a mí y lo que veía que estaba pasando.
Ahí sí me parece que está plasmado en las letras.
Y hay un cambio de visión hasta en los temas de amor o de relación.
Del 2000 para atrás es una cosa, del 2000 para adelante es otra.
Buitres cruza generaciones.
"Por primera vez el sábado voy con mi hija de cuatro años al show".
La banda de la adolescencia y ahora va la gurisa de cuatro años.
Es verdad.
Al principio era una banda que se transmitía de hermanos mayores a hermanos menores, después de padres a hijos adolescentes, y ahora padres a chiquitos.
Las canciones los chiquitos las cantan, es impresionante, y las saben.
Yo era igual, yo escuchaba una canción y era insoportable.
MAD: Buitres ha pesado no solo en nuestras vidas sino en la vida de una cantidad de pares, de músicos.
La producción de No toquen nada pudo hablar con algunos de ellos.
Una de las voces que se atrevió a articular ideas sobre el impacto de Buitres fue Emiliano Brancciari, de No te va gustar.
Emiliano Brancciari: Yo recuerdo que los vi por primera vez, yo recién vivía en Uruguay en el año 90 o 91, y los vi en el Club Banco República, que había una serie de conciertos, donde una vez tocó Leo Maslíah y después tocó Buitres a la semana, y la verdad que me encantó.
Y cuando Gabriel vino a grabar con nosotros el disco, lo llamamos y al otro día estaba grabando con nosotros.
Cuando tocó en el Velódromo en la presentación del disco se comió la cancha, ahí te das cuenta los años sobre el escenario, la experiencia, cómo moverse, cómo cantar.
Me parece que esas son las cosas que más me impresionan de él.
MAD: Otro de los artistas que también habló, que tiene una perspectiva cerca, fue Pedro Dalton, de Buenos Muchachos.
Pedro Dalton: Cuando cumplieron 10 años en el Teatro de Verano tuve el placer de hacer la escenografía y fue para mí recontra emocionante.
Viví algo que nunca había vivido en el rock de acá.
Cuando salen a tocar, la explosión de la gente.
El miércoles antes de ese sábado no había muchas entradas vendidas y parecía que no se iba a llenar.
Sin embargo fue una cosa bestial, fueron como 7.
000 personas en total, porque habían 4.
000 y pico adentro del Teatro d Verano, como 2.
000 y pico en las rejas de las canteras.
Lo que fue el grito cuando salieron a tocar.
.
.
Dije: "pah, loco".
Y llevaban 10.
MAD: Estas canciones te vienen acompañando a lo largo de los años.
En estos 25 años, ¿qué te ha hecho seguir?Disfruto enormemente y forma parte de la gracia que tiene para mí la vida lo que yo defino como el hecho artístico.
Cuando vos tenés una idea la compartís, la comparto con mis colegas, con el Pepe y con el Gordo, y le vas encontrando la vuelta y vas buscando algo con un contenido y vas creando algo que tal vez sea la misma canción reescrita, pero parece que encontrás algo nuevo y querés provocar de alguna forma a alguien.
Tratar de buscarle la vuela, conmoverlo de alguna manera.
Eso es lo que a mí me hace seguir.
Me entusiasmo mucho con la parte compositiva.
No podría ser exclusivamente.
.
.
Podríamos parar y hacer esto de aquí en adelante, seguir tocando los mismos temas.
Estaría muy bueno porque a mí me gusta mucho interpretar, pero me parece que darle un sentido artístico a las cosas y no tener un bloque de temas que lo vas a tocar siempre durante mucho tiempo, algo que está vivo pero tiene mucho que ver con la composición y la interpretación de la nueva composición.
Eso a mí me encanta.
MAD: En múltiples entrevistas antes del final de Estómagos decías "se terminó el sueño".
¿Cómo calificarías este bloque de 25 años que pasó?Cuando vos cumplís un sueño está totalmente desprovisto de malicia, de aquellos mecanismos defensivos.
Llegás a un nivel de disfrute realmente alucinante.
Este bloque tiene un montón de anticuerpos para evitar, con la experiencia previa de los Estómagos, estábamos un poco a la defensiva.
Eso no nos permitió disfrutar la primera etapa de nuestra época, a pesar de haber tenido shows como los que decía Pedro Dalton, de los 10 años.
Yo ese día me emocioné mucho.
Le dije a Guillermo que subiera al escenario.
"Acá está mi hermano.
.
.
".
Porque toda la vida nos ayudó y toda la vida nos dio para adelante.
Yo estaba muy emocionado: "otra vez logramos algo", pero ese "algo" después lo volvés a perder, porque la vida va y viene.
Después del show de los 17 años pasamos una etapa diferente, pasamos una etapa donde ya no teníamos inseguridades respecto al cariño, al respeto, inclusive al acercamiento de gente con espíritu crítico, y vas perdiendo gente en el camino porque se quedó enganchada en otros discos y ya no le gusta.
Toda esa sensación, a partir de los 17 años, ya no me angustia tanto como me angustiaba antes.
Yo siento la vigencia.
¿Podés disfrutarlo?Sí, ahora sí.
Este va a ser el primer show grande, grande.
El nivel de disfrute va a ser mayor.
Todos estamos preparados ahora espiritualmente para disfrutar mucho más que cualquiera de los shows anteriores.
Se nota en el ensayo, se nota mucho, estamos preparados para eso.
MAD: Vos en este tiempo encontraste una voz.
Cuando uno canta, no canta como habla.
Si uno repasa lo último de los Buitres, en particular en el último álbum, percibo que hay nuevas capas, más riesgos en tu interpretación.
¿Seguís intentando encontrar una nueva voz o estás profundizando por caminos ya explorados?Esto es muy sincero.
Creo que soy un buen intérprete, no soy un gran cantante, tengo algunas limitaciones, pero estoy muy contento con la voz que encontré, que apareció en algunos discos.
En el último disco estoy muy contento.
Me parece que encontré una tonalidad, que la interpretación está expresada correctamente.
Inclusive tengo un margen, no es tan monótona, no es solamente en ese lugar donde puede caer.
Puedo arriesgar algunas cosas y que queden bien.
Yo lo estuve buscando durante mucho tiempo, yo tenía la esperanza cuando era más joven, entre los 25 y 30 años: en algún momento voy a llegar a bajar un poco el tono de voz y va a ser una voz natural y voy a poder interpretar mucho mejor.
La música en español, cuando se acerca a los graves es mejor.
MAD: ¿Quién ha pesado más: Sandro o Elvis?Elvis, pero los dos me gustan.
Si Parodi no me hubiera visto cantando Sandro no estaría acá, porque cantando Sandro fue que me invitó a los Estómagos.
MAD: ¿Cuál es el álbum blanco de los Buitres?Está complicado.
Yo todavía estoy muy enamorado del último, de Bailemos, me encanta, me gusta muchísimo.
Ya hablé de Mientras.
Periplo es una muestrita de temas, es impresionante cómo nos juntamos en una semana e hicimos A cartas vistas, Ojos y Tercer deseo, que son tremendas temas.
Como obras me parece Mientras.
MAD: ¿De dónde bebés para seguir escribiendo?Siempre nos hemos alimentado entre Gustavo, el Pepe y yo, pero sobre todo con el Pepe tengo una relación muy particular porque hablamos muchísimo de literatura y de cine, y a mí me sigue emocionando todavía el cine y lo que leo influye mucho en lo que escribo.
A veces tengo que tener cuidado cuando escribo, de ver de dónde lo saqué.
En realidad no es que sacás frases textuales, me provoca ideas, me hace pensar en cosas y me gusta plasmarlas artísticamente.
También lo que escuchás.
A veces veo que sigo agarrando cosas de la música popular de cualquier estilo.
MAD: ¿Dónde escribís?Sigo escribiendo con lapicera y agarro cuadernos.
A veces los cuadernos están llenos de fotos de ídolos adolescentes y cosas por el estilo.
Uno manotea lo que haya.
.
.
"¿Necesitás este cuaderno? No, no lo uso más".
Y está lleno de corazones.
.
.
One Direction.
.
.
¿Y tus hijos? ¿El papá es "el papá rocker", son fans o no les interesa?Ellos más o menos entienden.
No les gusta demasiado cuando están conmigo y se acerca gente.
No les gusta nada.
Al varón le gusta un poco más, a la nena no le gusta nada.
Catalina está por cumplir 14, Juan está por cumplir 12.
Juan toca la guitarra, toca muy bien, y le gusta el rock.
Le encantaba Buitres, pero a Juan le gusta Trotsky, como debe ser.
Ellos todo el asunto este de la música lo tienen re contra claro.
Al final me han dicho que es una porquería, pero se lo toman muy bien.
Pero la relación va por otro lado completamente.
Nos divertimos mucho.
Vemos muchas películas juntos.
Nuestro momento de diversión es ese, y la música cuando estamos en el auto, que vamos a Costa Azul y eso.
Escuchamos cualquier cosa.
¿Van el sábado?Antes iban porque un poco tenían que ir, es medio difícil que un hijo te diga "no, papá, no quiero ir".
Catalina a La Trastienda me ha dicho "quiero ir".
Va si quiere.
Pero ahora quieren ir.
MAD: Quizás uno de los momentos más intensos de escucha y de vínculo emocional con la música es la adolescencia.
Sí, creo que sí.
Me parece que igual, son mis hijos y están acostumbrados desde niños a ver esto.
Hay una anécdota muy buena de mi sobrina Antonella, la hija de Guillermo.
Cuando entró a la escuela le preguntó a las compañeritas para romper el hielo: "¿Y tu papá en qué banda canta?".