Recetar un medicamento y recibir 100 dólares

Una comisión del Colegio Médico del Uruguay puso a disposición de las instituciones médicas un formulario para que los médicos declaren si tienen conflicto de interés. También se presentó un caso de un laboratorio que pagó a los cardiólogos de una institución 100 dólares por paciente tratado con su medicamento. Al cabo de seis meses, se detectó una "disminución sustancial" en la indicación de los otros fármacos.

Actualizado: 04 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Recetar un medicamento y recibir 100 dólares

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La presentación de este formulario se hizo durante un Coloquio Bioético realizado por el Colegio Médico del Uruguay.
Allí se les pide que declaren si reciben apoyo o financiación para investigación por parte de la industria de la salud o si son accionistas o tienen intereses económicos en una compañía de salud o compañía farmacéutica.
El formulario fue presentado por la subcomisión de Conflicto de Interés que está integrada por los doctores Gustavo Tomasiunas, José Luis Díaz, Francisco Cóppola, Verónica Nieto, Homero Bagnulo, Gustavo Giacheto, Lucía Delgado y Aníbal Dutra.
Nisso Gateño, el coordinador de esta subcomisión, dijo que el formulario es un proyecto y está a disposición de las instituciones para ser usado.
"Esto es responsabilidad exclusiva del grupo que lo trabajó, el Colegio Médico no tiene ningún pronunciamiento todavía.
No obstante, no pretendemos pedir derecho de autor en esto, decimos que está listo para aquellas instituciones que quieran usarlo.
Se lo cedemos y nos quedaríamos contentísimos si supiéramos que se empezó a usar", señaló.
Durante este Coloquio se presentaron dos casos simbólicos que toman "patrones de casos que ocurren a diario", según explicaron a No toquen nada desde el Colegio Médico.
Esto se hizo sin dar nombres de instituciones ni de profesionales.
La idea fue que los médicos que asistieron discutan sobre el conflicto de interés que se presentó en cada caso.
Uno de los casos refería a un laboratorio farmacéutico que desarrolló un nuevo antidepresivo que se distribuye en la plaza a un costo mayor que otros de similar eficacia.
"Este laboratorio le ofreció a los cardiólogos de una institución 100 dólares por paciente tratado con este medicamento.
Al cabo de seis meses, la dirección de la institución encontró una disminución sustancial en la indicación de los otros fármacos que estaban en uso", se explicó.
Por situaciones como estas, en el Coloquio se consideró que las instituciones deberían contar con un formulario.
"Tener un conflicto de interés no es una falta ética, la falta es no declararlo y poder tener implicancia o, por lo menos, no hacer la declaración lo pone en la potencialidad de una falta ética sin lugar a dudas", dijo Gateño.