A menos de una semana de las elecciones, todos los sondeos estiman que ganará el Frente Nacional (FN), con entre 23 y 25% de las intenciones de voto, por delante del primer partido de la oposición de derecha, el UMP, mientras que el Partido Socialista (PS) quedaría en tercer lugar (16-18%).
Si esta hipótesis se confirma "Francia sorprenderá al mundo entero", advirtió este fin del semana el líder del PS Jean-Christophe Cambadelis.
"La patria de los Derechos Humanos se convertirá de golpe en la patria de los que quieren excluir a los demás", añadió con dramatismo.
En los últimos días de la campaña, tanto la izquierda como la derecha han intentado movilizar al electorado ante el "peligro" del FN mientras que, según los sondeos, se podría dar en estas elecciones una abstención récord (62%).
El primer ministro Manuel Valls denunció el lunes que la extrema derecha "llevará a la ruina" a aquellos a los "que dice que defiende" y que se limita a "buscar chivos expiatorios" sin proponer soluciones.
Entre los que se acudirán a las urnas, la mayoría votará en función de cuestiones nacionales.
Más de un francés de cada tres asegura querer sancionar la política del presidente François Hollande.
En una visita a Bretaña (oeste) del candidato de los socialdemóctratas europeos a la presidencia de la Comisión, Martin Schulz, un trabajador interpeló al político sobre la promesa de Hollande de traer "justicia social".
A lo que Schulz contestó irónicamente: "No estoy aquí para remplazar a François Hollande".
A pesar de haber cambiado al primer ministro el mes pasado, el presidente francés sigue teniendo una impopularidad galopante y el 82% de los franceses dicen estar descontentos con su gestión.
Un fracaso en estas elecciones, tras el que ya tuvo en las municipales, le complicaría mucho las cosas.
También podría generar desacuerdos dentro del PS, ya que su ala izquierda cada vez discute más abiertamente la línea socialdemócrata que han tomado Hollande y su primer ministro Manuel Valls.
Este último volvió a pedir a sus electores que hicieran un frente común contra el FN en un mitin la semana pasada en Lille (norte).
"Francia no puede dar la imagen de que va a ganar la extrema derecha", dijo.
Normalmente quien debería beneficiarse de la mala salud de los socialistas es el UMP.
Pero el europeo también es un tema de discordia interna en el partido de la oposición, ya que algunos de sus miembros proponen la vuelta a una Europa de seis países.
En este contexto, la protagonista de las elecciones es la cabeza de lista en el noroeste de Francia del FN, Marine Le Pen -aunque 7 de cada 10 franceses tienen una opinión negativa de ella según un sondeo- con sus tesis contra "la apertura masiva de fronteras" y la "competencia desleal internacional".
Un discurso que hace mella entre los franceses que cada vez desconfían más de Europa, nueve años después de haber votado "no" al tratado constitucional europeo.
Según un sondeo del instituto Ipsos para el diario Le Monde, solo el 39% de los franceses consideran que la pertenencia a la Unión Europea es "algo positivo" para su país y dos tercios (65%) prefieren retomar el control de las fronteras.
"El proyecto europeo ya no es mayoritario en Francia", titulaba el martes en su portada Le Monde.
Actualizado: 04 de agosto de 2014 — Por: Redacción 180