La comunidad internacional, liderada por Estados Unidos, presiona al ejército para que devuelva el control a los civiles.
Los militares, que han intervenido de forma repetida en política durante décadas, aseguraron que respetarán la ley internacional y sólo recurrirán a la fuerza "por motivos de seguridad".
Las imágenes de televisión mostraban al jefe de la Fuerzas Armadas, el general Prayut Chan-O-Cha, presidiendo la reunión en Bangkok el miércoles por la tarde, en la que participaban responsables de los partidos en el poder y de la oposición, manifestantes de ambos bandos y también el presidente del Senado y de la Comisión electoral.
Los participantes han previsto reunirse de nuevo cada jueves.
Hasta entonces "todas las partes deben estudiar las diferentes soluciones posibles para el país", indicó a la AFP Puchong Nutrawong, secretario general de la Comisión Electoral.
El primer ministro interino, Niwattumrong Boonsongpaisan, que reemplazó a Yingluck Shinawatra tras el controvertido fallo judicial que lo destituyó este mes, fue invitado pero no acudirá porque estaba demasiado ocupado, indicó un representante del gobierno a la AFP, sin dar más precisiones.
En su lugar acudieron cinco ministros.
Niwattumrong Boonsongpaisan propuso este martes celebrar elecciones legislativas el 3 de agosto.
Pero la oposición quiere primero reformas para evitar el fraude, y ha prometido tomar las calles hasta haber erradicado lo que llama el "régimen" del hermano exiliado de Yingluck, Thaksin Shinawatra.
A pesar de la ley marcial, los militares dejaron oficialmente en el poder al gobierno interino, muy debilitado desde la destitución a principios de mayo de la primera ministra Yingluck Shinawatra.
Los militares aseguraron que esta medida, prevista por la Constitución, no era un nuevo golpe de Estado en el país, en el que se han producido 18 golpes o tentativas en más de 80 años.
"Esto tiene que resolverse rápidamente antes de que me retire, si no, no me retiro", dijo el martes el jefe militar, que debe jubilarse a finales de septiembre, según la transcripción publicada por el ejército.
"No permitiré que Tailandia se convierta en Ucrania o en Egipto", advirtió.
Los militares intervinieron después de casi siete meses de protestas que han dejado 28 muertos y cientos de heridos.
En una nueva señal de la pérdida de poder del ejecutivo interino, el secretariado permanente del ministerio de Defensa "pidió al primer ministro interino que no utilice sus oficinas", donde el ejecutivo se reunía desde el bloqueo de su sede habitual desde hace meses por parte de los manifestantes, indicó una fuente oficial.
"El gobierno está utilizando ahora una sede secreta" indicó a la AFP esa fuente.
Bangkok estaba tranquila el miércoles, donde la presencia militar era mucho menor que la víspera.
- 'Proteger las libertades civiles' -Pero el despliegue de tropas en las calles el martes, el cierre de más de una decena de cadenas televisivas y los nuevos poderes asumidos por el ejército han provocado preocupación sobre el futuro de la democracia.
El ejército puede a partir de ahora prohibir las reuniones públicas, restringir los movimientos de los ciudadanos, llevar a cabo registros, imponer el toque de queda y detener a sospechosos durante siete días.
El martes por la noche, otras cuatro cadenas vía satélite fueron suspendidas, por lo que el número total de televisoras censuradas era de 14.
Las redes sociales y otras páginas en internet recibieron instrucciones de no distribuir material "provocativo" o crítico de la ley marcial.
La comunidad internacional, de la ONU a la UE, ha manifestado su preocupación por la situación.
"Queremos que Tailandia regrese rápidamente a una democracia plena y el respeto a las instituciones democráticas" indicó por ejemplo Danny Russel, secretario de estado estadounidense adjunto de Asia del Este.
Estados Unidos, aliado de hace tiempo de Tailandia, indicó sin embargo que no consideraba que el ejército hubiese dado un golpe, evitando así las sanciones previstas por la ley de ese país.
El ejército ha dejado en el poder al gobierno interino desde la destitución de Yingluck, hermana de Thaksin Shinawatra, destituido a su vez como primer ministro en un golpe en 2006.
Los manifestantes antigubernamentales aseguran que sigue manipulando al gobierno desde el exilio.
Los partidos liderados por Thaksin y sus aliados han ganado todas las elecciones en la última década, para gran desconsuelo de la élite de Bangkok que le acusa de corrupción y de poner en peligro a la monarquía.
Actualizado: 04 de agosto de 2014 — Por: Redacción 180

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