En Brasil, el país de los sobrenombres por excelencia, se juega el Mundial desde el 12 de junio.
Ahí donde Edson Arantes Do Nascimento y Manoel Francisco dos Santos se convirtieron respectivamente en Pelé y Garrincha primero, y después en O Rei y Alegria do Povo.
La nota del sitio de la FIFA cuenta que cuando el delantero Givanildo Vieira de Souza se puso la camiseta del Tokyo Verdy en 2006, su parecido con Hulk propició su apodo.
A David Luiz, su frondosa cabellera le ha valido el mote de Bob, como el personaje de Los Simpson.
De la televisión salió otro apodo, aunque a al argelino Carl Medjani no le guste.
"Durante una concentración empezaron a llamarme Michael Scofield, como el protagonista de la serie Prison Break, por los tatuajes", explicó molesto, consciente de que están prohibidos por el Islam y pueden ser malinterpretados.
"Sé que no es algo que se practique habitualmente en nuestro país.
Que lleve los brazos tatuados no significa que no respete los valores de la religión o del país, ni mucho menos.
Estos tatuajes forman parte de mí, de mi personalidad, pero sobre el terreno de juego me dejo el alma por los colores nacionales".
La nota de FIFA también cuenta la historia de otros sobrenombres.
El defensa británico Phil Jones recibió en un Tweet de Wayne Rooney el apodo de Glenn Quagmire, personaje de la serie Padre de Familia.
Al delantero ruso Aleksander Kokorin se le conoce como Bieber desde que su compatriota Roman Shirokov le encontrara cierto parecido con el cantante canadiense.
El argentino Sergio Agüero, se convirtió en el Kun por un personaje japonés llamado Kum-Kum que le gustaba mucho de niño.
En Chile, Jean Beausejour es Palmatoria, en referencia al héroe de un cómic de los años 1960 sobre un equipo de fútbol.
El guardameta italiano Gianluigi Buffon también tiene un mote inspirado en los cómics.
Los aficionados del Parma lo denominaron Superman por sus intervenciones excepcionales.
Más poético es el de su compañero en la selección y en el Juventus, Andrea Pirlo, quien entre otros sobrenombres tiene el de Trilli Campanellino, la versión italiana de Campanilla, por su ligereza y su magia.
Y Antonio Cassano es Peter Pan, apelativo dado por las múltiples ocasiones en su carrera en las que ha mostrado su negativa a crecer.
A pesar de haber pasado los 30 años, a David Villa y Fernando Torres se los conoce como el Guaje y el Niño.
El argentino Gonzalo Higuaín es hijo del ex jugador Jorge Higuaín, apodado el Pipa, por lo que no sorprende que lo llamen Pipita.
Lo mismo le sucede al mexicano Javier Hernández.
Los ojos verdes de su padre lo convirtieron en el Chícharo, y el hijo es el Chicharito.
La herencia de Javier Mascherano no es genética, sino futbolística.
El defensa argentino es el Jefecito, un homenaje al exinternacional Leonardo Astrada, el Jefe.
El legendario zaguero alemán Franz Beckenbauer, el Kaiser, tendrá dos descendientes en Brasil: el defensa mexicano Rafael Márquez, el Kaiser de Michoacán, por su estilo y su región de origen, y el delantero francés Franck Ribéry, que se ha coronado en el Bayern de Múnich como Kaiser Franck.
El mediocampista italiano Marco Verratti, tiene que defender su apodo Piccolo Pirlo, ante su propio compañero, el Pirlo de verdad.
"Es un honor que me comparen con un gran campeón", aseguró el volante del Paris Saint-Germain.
Ghana puede contar con el Bisonte Michael Essien, Bélgica tiene bajo palos a la Tarántula Thibaut Courtois y Chile alineará a su Pitbull Gary Medel.
Holanda tiene a Hunter el cazador Klaas Jan Huntelaar e Inglaterra tendrá a su Captain Fantastic Steven Gerrard.
Actualizado: 04 de agosto de 2014 — Por: Redacción 180

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