El defensor uruguayo quedó conmocionado en el suelo después de que el inglés Raheem Sterling lo golpease involuntariamente con su rodilla.
El futbolista insistió en que quería seguir jugando pese a que el médico de la selección solicitó sin éxito el cambio.
"El fútbol está lleno de incidentes en los que los jugadores sufren golpes en la cabeza y quedan conmocionados sobre el terreno de juego", dijo FIFPro en un comunicado este viernes.
"En el caso de Pereira, él exigió seguir jugando, desoyendo el consejo del médico de equipo de Uruguay que pedía que fuera sustituido inmediatamente", criticó.
El jugador declaró tras el partido que se disculpó varias veces con el doctor Pan por su actitud.
El sindicato considera que "en ciertos momentos, bajo la presión por disputar un importante torneo internacionales, muchos jugadores reaccionarían así".
"Hay veces, no obstante, que los jugadores requieren una mayor protección ante la toma de decisiones precipitadas.
(El jugador) debe ser sometido a mayores exámenes y seguir un protocolo para saber si puede regresar y cuándo a los entrenamientos", agregó FIFPro.
"La Copa del Mundo debe establecer unos estándares de salud y seguridad para el jugador y educar a la comunidad del fútbol internacional", continuó el comunicado.
"Los estudios médicos demuestran que una persona se arriesga a una lesión cerebral muy grave, incluso peor, si sufre un golpe severo en la cabeza", finalizó.
Actualizado: 04 de agosto de 2014 — Por: Redacción 180

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