Premio a creadores del teléfono móvil y del arroba

Ray Tomlinson y Martin Cooper, inventores de la @ y del teléfono móvil, respectivamente, fueron galardonados con el premio Príncipe de Asturias a la investigación científica.

Actualizado: 17 de junio de 2009 —  Por: Redacción 180

En 1971, Raymond S. Tomlinson -quien inventó el correo electrónico en red- pensó en utilizar el símbolo @ para separar el nombre de usuario del nombre del servidor. El primer mensaje en el que usó la arroba se lo envió a sí mismo “entre dos ordenadores unidos por ArpaNet, la red del Ministerio de Defensa de Estados Unidos”, a través de la cual germinó internet. No recuerda qué escribió en esa oportunidad, publicó El País de Madrid.

Tomlinson, quien nació en Nueva York en 1941, jamás patentó su idea, a diferencia de Martin Cooper, “padre del teléfono móvil”, que sí figura en la patente de su creación.

Al igual que Tomlinson con la arroba, Cooper fue “el primero en realizar una llamada con ese primigenio prototipo el 3 de abril de 1973”, continuó el matutino. Ese día, el oriundo de Chicago llamó “desde una calle de Nueva York al jefe de investigación de los laboratorios Bell”.

Sus descubrimientos cambiaron las formas de comunicarse de la gente. Las cartas fueron sustituidas por correos electrónicos -que llegan al instante y de forma más segura-, y las personas comenzaron a ser ubicables en todo momento y en cualquier lugar a través de los teléfonos celulares.

“Si a finales de 1998 había 320 millones de teléfonos móviles, 10 años después eran 3.300 millones, el 50% de la población mundial, según la Unión Internacional de las Telecomunicaciones”, señaló el matutino español.

Hay dos aspectos fundamentales que explican las claves de su éxito: el avance tecnológico y el aumento en el ancho de banda. “Un móvil tiene hoy más capacidad de procesamiento que el ordenador que llevó el hombre a la Luna. Hoy el teléfono móvil es ordenador, televisor, localizador, periódico, agenda, despertador y hasta tarjeta de crédito”, indicó.

Según cuenta, Cooper se inspiró en el comunicador que usaba el capitán Kirk en la serie televisiva Star Trek.