Rebeldes sirios se juegan su superviviencia

La rebelión siria apoyada por Occidente se está jugando su supervivencia frente al avance de las tropas de Bashar al Asad y también de los yihadistas hacia sus bastiones, en la región norteña de Alepo, afirman analistas y opositores.

Actualizado: 17 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Rebeldes sirios se juegan su superviviencia

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Ante esta doble amenaza, la oposición siria llamó de forma indirecta a la comunidad internacional a lanzar ataques aéreos contra los yihadistas del Estado Islámico (EI), como hace Washington en Irak.

"Más que nunca, la rebelión está atrapada entre el régimen y el EI", afirma Karim Bitar, director de investigación en el Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS) de París.

"Hoy existe un verdadero riego de que se quede rápidamente sin el oxígeno necesario para sobrevivir", estima este especialista de Oriente Próximo y Medio.

El EI, grupo ultrarradical que siembra el terror en Siria y en Irak, donde controla amplias partes del territorio, lleva desde el miércoles una ofensiva relámpago en la provincia de Alepo, principal bastión de los insurgentes moderados, para cortarles el acceso de suministro a partir de la vecina Turquía.

El sábado, estos yihadistas despiadados, que decapitan, crucifican y lapidan a los enemigos, anunciaron su "determinación por liberar a la provincia septentrional (de Alepo) y cazar a los rebeldes".

En tres días, tomaron una decena de pueblos y de localidades y amenazan ahora los dos principales bastiones de la rebelión, Marea y Azaz, que los rebeldes seguían defendiendo el domingo.

"El enemigo es el mismo"

En paralelo, el ejército sirio estrecha el cerco en torno a la periferia norte de la ciudad de Alepo y amenaza con asfixiar a los barrios tomados por los insurgentes.

"La rebelión en Siria se encuentra en un momento clave, aunque la situación en Alepo puede alargarse meses", explica a la AFP Aron Lund, especialista de la rebelión siria.

Si las fuerzas del régimen logran retomar la ciudad de Alepo, el presidente Bashar al "Asad controlará la gran mayoría de lo que llama la 'Siria útil'", junto a la capital Damasco, Alepo, la costa, Homs (centro, ndlr), Hama (centro) así como la frontera libanesa", según Lund.

"La situación es muy grave", considera por su parte el coronel rebelde Abdel Jabar al Oqaidi, uno de los principales oficiales que lanzaron en el verano 2012 la batalla de Alepo, divida desde entonces entre la parte en manos del régimen y la controlada por los rebeldes.

Perder la provincia "significaría la pérdida de la principal reserva humana" de la rebelión, explica este oficial, contactado por internet.

"Si el EI consigue cortar el suministro a los rebeldes a partir de Turquía (...), toda la rebelión interior de Siria quedará totalmente aislada", añade Samir Nachar, miembro de la Coalición Nacional Siria, la oposición en el exilio.

Esta llamó el sábado a los países occidentales, empezando por Estados Unidos, a intervenir en Siria "de la misma forma que lo hacen en el Kurdistán iraquí" contra el EI y estimaron que "el enemigo es el mismo".

La guerra en Siria, que ha matado a más de 170.000 personas empezó con la represión en 2011 de las manifestaciones pacíficas contra Asad, provocando una insurrección armada contra el régimen.

El conflicto luego se convirtió en multiforme con la subida en potencia de grupos extranjeros, como el Frente al Nosra, la rama siria de Al Qaida, y los ultrarradicales del EI. La rebelión denominada moderada ha sido debilitada por las disputas internas y las rivalidades entre sus principales padrinos, Arabia Saudita y Catar.

A pesar de su apoyo a los insurgentes, los Occidentales se negaron a entregarles armas por miedo a que acaben en manos de extremistas.

Ahora ven cómo Estados Unidos bombardea al EI en Irak desde hace unos días, los insurgentes y los opositores sirios ya no esconden su resentimiento.

"Hay un sentimiento de ira, porque hace tres años que el régimen sirio masacra al pueblo y perpetra crímenes contra la humanidad. Y todo el mundo se ha quedado de brazos cruzados", se indigna Oqaidi.

"La indecisión de la comunidad internacional en llevar a cabo ataques en Siria llevará a muchos insurgentes a echarse en los brazos del EI", advierte Nachar.