La moda prankster llegó a Uruguay

"Estaba acostado en mi cama y le mandé un mensaje a mi mejor amigo: 'estaría bueno hacer algo acá en Uruguay para alegrar un poco, que es un poco apagada la gente'". Así cuenta Mathías Sellanes cómo surgió Dosogas, el primer canal uruguayo dedicado a hacer bromas callejeras. Sus padres los trataron de "pelotudos" pero ya firmaron un contrato con YouTube y cobran gracias a las miles de visitas que tienen.

Actualizado: 05 de febrero de 2015 —  Por: Juan José Marti

"Pero acá nos van a tomar como pelotudos", le respondió su amigo. "Vamos a intentar, capaz que se lo toman a bien", insistió.

Salieron a la calle y con algo de vergüenza filmaron "caídas en público" con un celular. Luego se sumó Juan Pablo, otro amigo. "Al principio teníamos pocas visitas... en el primer video me acuerdo que llegamos a 100 y dijimos '¡pah, qué de más, ya llegamos a 100!", recuerda Sellanes en diálogo con 180.

El canal fue creciendo y en ocho meses de vida tiene casi 30.000 suscriptores, un número bastante alto para Uruguay. Entre todos los videos, además, ya superaron el millón de reproducciones.

"Crecimos demasiado rápido. Cada vez que salimos nos piden alguna foto o nos reconocen, eso está bueno porque te motiva a seguir haciendo videos", dijo Sellanes.

"Dejen de romper los huevos, salgan a laburar"

Los tres amigos tienen entre 18 y 20 años. Uno estudia diseño gráfico, otro marketing y otro negocios internacionales.

"A los uruguayos no les gusta mucho" el tipo de bromas que a veces hace Dosogas, reconoce. "Hemos tenido problemas, gente que amenaza con denunciar, pero no saben que no te pueden denunciar, si le tapás la cara ya está", explicó.

Después de cada broma preguntan a la gente si les parece bien salir en el video. "A los que nos tratan bien y nos dicen que no, les ofrecemos tapar la cara o no salir. Y si contestan mal los mandamos de una", contó.

En algún video rompieron productos de un supermercado y al final los pagaron, pero en otro titulado "Homosexualidad extrema" rompieron una parada de ómnibus. "Estaba floja, despues intentamos subirla pero no subía, no la quisimos romper por gusto", recordó.

La primera reacción de sus padres al ver los videos fue decirles que "son unos pelotudos, estudien, dejen de romper los huevos, salgan a laburar", pero "ahora miran los videos y se ríen con nosotros", contó Sellanes.

A través de las redes sociales Dosogas recibe muchos mensajes, entre ellos de "gente que la pasa mal en la casa, que tiene problemas, y con estos videos se distrae cinco minutos, se ríen, y eso está bueno", valoró.

Una forma de vida

Los pranksters internacionales tienen a las bromas callejeras y a YouTube como profesión. Vitaly Zdorovetskiy es un ruso muy popular en Estados Unidos por sus videos y que saltó a la fama mundial tras irrumpir en el césped de la final de la última Copa del Mundo. "Natural born prankster", decía una inscripción en su pecho.

"Hicimos el ataque zombie de Vitaly pero a nuestra manera, con el tema del ébola. No copiamos, cada reacción de la gente es distinta. Pero también hemos creado, como la de comer banana", dijo Sellanes.

Con casi 5 millones de suscriptores, el francés Remi Gaillard es uno de los pioneros en las bromas en video, incluso antes de que exista YouTube.

Entre los canales de pranskters es habitual hacer videos con acciones solidarias. Dosogas realizó uno a fin de año titulado "Papá Noel solidario".

Otros canales populares en el mundo son PrankvsPrank, RomanAtwood, JustForLaughsTV y LAHWF, entre otros

En el caso de Dosogas, sus números todavía están lejos, pero ya firmaron un contrato con YouTube de dos años para ser partner. Según asegura Sellanes, "no es mucha plata pero la vas acumulando ahí y más adelante ganás más... Pero no lo hacemos por la plata, es más que nada para divertirnos y que la gente se ría".