El juez de Crimen Organizado, Néstor Valetti, dictó el procesamiento con prisión de un ciudadano holandés y de un ciudadano paraguayo, a quienes imputó el delito de estafa por el uso de tarjetas de crédito en perjuicio de una empresa licenciataria de la marca "Maestro".
La empresa denunciante estimó un prejuicio de 41 millones de dólares, entre muchas de las operaciones realizadas, no solo por estas dos primeras personas procesadas.
El holandés realizó una primera compra de una bicicleta por 1.700 dólares y notó que sólo se le descontaron 70 euros, por lo que probó en otros comercios para verificar si era un error puntual o un defecto del sistema de conversión monetaria; y así fue.
“El sistema informático de la empresa First Data contaba con un defecto de conversión de moneda traduciendo a pesos las compras realizadas en dólares obteniendo en consecuencia la ganancia en la diferencia de cambio”, detalla el auto de procesamiento.
El involucrado compró diversos productos como cadenas de oro y relojes Rolex, una camioneta Chevrolet e incluso acordó en una estación de servicio de Petrobras la compra por adelantado de combustible por alrededor de 75.000 dólares, en “previo acuerdo con el dueño del comercio”.
“Adquirió materiales de construcción para edificar su casa, ya que cuando llegó a Uruguay adquirió un inmueble con construcciones en la suma de U$S 25.000 y en la actualidad, aún no habiendo finalizado las terminaciones de su construcción, ya lo tiene en venta por mercado libre en la suma de U$S 143.000”, se detalla.
Por su parte, el hombre paraguayo trabajaba como representante de la Aduana de Paraguay, y “comenzó a realizar múltiples transacciones comerciales, llegando a adquirir una moto de agua Yamaha en la suma de veinte mil dólares la que inmediatamente y sin ser retirada por él mismo en el comercio la negoció en la suma de catorce mil quinientos dólares, como así también unos celulares, un reloj Armani en doscientos dólares, una cadena de oro con crucifijo, unos televisores LCD, una cocina entre otros efectos”, describe el auto de procesamiento.
Se decretó el procesamiento y prisión de ambos, en el caso del ciudadano holandés por el delito de lavado de activos y por entender que "blanqueó" el dinero obtenido ilícitamente "en adquisición y transacciones de apariencia legal"; y en el caso del paraguayo "por la comisión de un delito continuado de estafa".