Hay fiesta bajo la lluvia en el Monumental. Poseídos, los hinchas millonarios deliran. Pasaron tantos años, sufrieron tantas angustias, que ahora no se reprimen nada. Cantan, saltan, lloran. Hay gorros, banderas, bufandas.
En el orillo del River campeón de América está la marca uruguaya. Sánchez fue la figura de la final por despliegue e inteligencia, Mayada se recibió de clase A al jugar como lateral derecho y devorarse a la estrella de Tigres, Tabaré Viudez entró un ratito para asegurar la clasificación a la final y Rodrigo Mora apareció cuando el equipo estaba desahuciado en la fase de grupos.
Los cuatro se suman a una larga lista de uruguayos campeones de América con la camiseta millonaria.
Nadie daba nada por River cuando deambulaba en la fase de grupos. Con un andar errático, estuvo a punto de quedar eliminado de octavos de final. Pero los goles de Mora y una mano de Tigres lo metieron en la siguiente ronda.
Ahí, se cruzó con Boca y lo eliminó con una victoria en el Monumental y tras el bochorno en la Bombonera. El envión hizo el resto. Creció el juego, elevó la autoestima y se llevó puesto al que estuviera en frente.
En la final de la Libertadores fue el mejor sin discusión. Consiguió el empate en México para quedar en posición inmejorable para la revancha. En el Monumental quebró a Tigres con el cabezazo de Alario en el cierre del primer tiempo y lo liquidó con el penal que anotó Sánchez. El tercero de Funes Mori fue la frutilla de la torta.
Diseñado por Marcelo Gallardo, que demostró ojo clínico para elegir refuerzos y sabiduría para manejar las situaciones dentro y fuera de la cancha, River es el rey de América tras 19 años.