La semana pasada una joven denunció en las redes sociales que dos policías la pararon en la calle por fumar marihuana y les solicitaron sus datos. Un rato después uno de los efectivos comenzó a enviarle mensajes al celular.
Ante esta situación los efectivos fueron separados de sus cargos y se les inició un sumario administativo.
"Intimar a un ciudadano por fumar marihuana, solicitar un dato que no se justifica en el marco del procedimiento (celular, dirección) y usar esa información para uso personal, constituye faltas graves que no condice con el accionar dispuesto en la Ley de Procedimiento Policial 18315", señaló el Ministerio del Interior en su página web.
El director nacional de Guardia Republicana, Alfredo Clavijo, dijo a El País que "las sanciones serán muy severas" y pidió disculpas públicas Además afirmó que el accionar del oficial fue "muy romántico". "La verdad, creo que no hay que dejar de pasar esto, pero me parece que la Republicana tome un teléfono para mandar un mensaje es como muy romántico", agregó.
El colectivo Mujer y Salud en Uruguay emitió un comunicado señalando que estas declaraciones de Clavijo refuerzan "estereotipos sexistas de control sobre el cuerpo y las vidas de las mujeres".
"Pedir datos personales es un procedimiento policial irregular y utilizar los mismos para mandar mensajes acosadores es un ejercicio de poder inconcebible en democracia. No es "romanticismo", es acoso policial. Es violencia institucional machista", agrega.
Además señalan que "este caso no habría tomado estado público si hubiera ocurrido en un barrio periférico. El acceso a la justicia termina cuando se cruza Avenida Italia".
"Pedimos que las autoridades correspondientes se retracten en forma pública de estos dichos y revisen profundamente sus prácticas violentas y misóginas", concluye.
