Un tiempo para analizar y dejar de lado el “Fidel sí, Fidel no”

El escritor cubano René Fuentes dijo que la muerte de Fidel Castro es una buena oportunidad para analizar los aportes del líder de la revolución cubana y dejar de lado lo que ha “detenido” a Cuba como nación, que es decir “Fidel sí o Fidel no”.

Actualizado: 29 de noviembre de 2016 —  Por: Redacción 180

Un tiempo para analizar y dejar de lado el “Fidel sí, Fidel no”

Homenajes a Fidel en La Habana (Pedro PARDO / AFP)

Se moría. Fidel estaba muerto y en sus ojos ya no había luz, sino el fuerte y reiterado trazo del maquillaje tratando de poner un poco de orden en aquellos párpados definitivamente ciegos y muertos. Muerto, muerto y hediondo estaba Fidel y nadie se enteraba. Los guardaespaldas, los miembros del Comité Central del partido y la sarta extranjeros entusiastas que siempre invitan a este tipo de actos siguen empujándolo para que hablé todas las semanas

El fragmento pertenece a "Las trampas del paraíso", Montevideo, Editorial Fin de Siglo. Esta novela fue escrita por el cubano René Fuentes en 1996 y allí narró en un sueño la muerte de Fidel Castro.

Fuentes se exilió hace 20 años en Uruguay. Es docente y escritor. El sábado, luego de la muerte del líder de la revolución cubana, escribió varios posteos en su página de Facebook. El primero de ellos empieza así: "No sé cómo decirlo ni mucho menos cómo explicarlo. Sólo diré que me conmueve la muerte de Fidel. Y esta conmoción es mucho más compleja que la tristeza o la alegría con que algunos, radicalmente, reciben ahora la noticia de su muerte".

En entrevista con No Toquen Nada, el escritor dijo que tiene “diferencias” con la revolución cubana y con Fidel. Hijo de dos militantes del Partido Comunista, contó que pertenece a una generación que “nació” en la revolución y que esperó tener otro “protagonismo” en ella, pero no lo tuvo. “No había que tener miedo de lo generado por la revolución, ese hombre nuevo que nació de ella envejeció sin probar sus capacidades plenamente o se fue al exilio. En esa situación de incoformidad empecé a rever mi visión sobre Fidel. Creo que él debió confiar más plenamente en la parte más naciente de su obra, que fue aquella de los pioneros cubanos que nacimos y crecimos hasta una etapa de la vida donde cada uno tomó una decisión”, sostuvo.

No “demonizar” o “endiosar” a Fidel

Fuentes dijo que en este momento lo importante es ver a Fidel Castro como “complementario” de la revolución cubana. “Fidel será la figura más importante de la revolución cubana, pero no el sinónimo absoluto, porque eso disminuye a la revolución cubana y de algún modo lo ubica en la zona menos apropiada para quienes le quieren y, sobre todo, para quienes no le quieren. Lo importante es ver qué se hace con la obra y la muerte de Fidel”, afirmó.

“La muerte corresponde al pueblo de Cuba en primerísima instancia, que debe vivir el duelo y el olvido que le quepa a cada quién. En lo personal, como expresé, me produjo una conmoción y cualquiera sea la posición que se tenga se debe actuar con mesura y seguridad en estos momentos. Fidel es un personaje de una talla universal, aunque no estoy de acuerdo con una parte de lo que legó para el pueblo cubano. Creo, además, al contrario de quienes tratan de festejar su muerte, que no es para nadie –incluso para quienes hemos tomado una posición crítica– una oportunidad de burla o festejo. Al revés, debería ser un acto de mayor sinceridad y valentía para reconocer lo que fue Fidel y la importancia que tuvo, tiene y tendrá en la historia de Cuba”, señaló el escritor.

Para Fuentes es necesario no “demonizar” o “endiosar” a Castro.

“Hay que buscar una oportunidad rápida, contundente y sincera para analizar los aportes de Fidel ¿Por qué? Porque de no ser así Fidel seguiría generando lo que como cubanos y nación nos ha detenido tanto, que es decir Fidel sí o Fidel no. Lo que debería pasar es empezar a analizar su legado y ver la posibilidad de que, a partir de eso, se desarrolle una capacidad crítica y un cambio en el discurso político que como nación es quizás el punto más débil que tenemos, de todas las cubanías encontradas a favor o en contra. Estamos encerrados en la mismas visión de ‘tenemos razón’. Hay que ver las posibilidades de discutir, dar a conocer la información de todas las partes y preocuparnos por no detener la muerte en lo físico, sino ver los cambios”, expresó.

El diario de su padre y el amor por Fidel

Fuentes dijo que Fidel Castro es, para todos los cubanos, el más importante. Recordó que sus padres lo veían como un “gran líder” y generador de tantos cambios en el país, que fueron buenos en sus comienzos y pusieron a Cuba en otra “dimensión”.

“Mis padres eran miembros de familias muy humildes, campesinos, que estudiaron y se hicieron profesionales en función de las oportunidades que les dio la revolución. Lo mismo podría decir yo o mis hermanas. Los recuerdos que tengo de Fidel son que no había manera de ser niño y sentirse pleno y feliz sin imaginarlo como una persona grande, poderosa –en el buen sentido de la palabra poder– y que con su impronta y ejemplo nos marcó lo que creíamos que era el mejor sentido de lo que debe ocurrir en Cuba. Mi padre murió queriendo mucho a Fidel”, contó el escritor.

Fuentes dijo que hace poco releyó el diario de su padre y destacó un fragmento. “Cuando le pregunto: ¿qué reclamos tenés para la revolución? Una pregunta que le hice en otra época de mi vida y que me generó varias discusiones. Él me responde: ‘no tengo ningún reclamo, pero si lo tuviese estoy seguro que Fidel lo resolvería’”, recordó.

René Fuentes nació en Bayamo, Cuba, en 1969. Es poeta, narrador y dramaturgo. En Uruguay, donde reside desde 1996, publicó varias novelas entre ellas: Las trampas del paraíso (1996), La ida por la vuelta (1998), El mar escrito (2006) y Noveno círculo (2011), entre otras.