Autopsia contradice comunicado de Comando del Ejército

La autopsia del alférez Carlos Olivera afirma que la muerte fue por "asfixia por inmersión". Sin embargo, el comunicado del Ejército sostiene que el militar sufrió una descompensación y murió en el traslado: "mientras era trasladado al Hospital de las FFAA falleció previo al arribo al citado nosocomio".

Actualizado: 09 de setiembre de 2009 —  Por: Florencia Melgar

Autopsia contradice comunicado de Comando del Ejército

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El alférez Olivera, de la promoción 2007 "Coronel Blas Basualdo", falleció mientras realizaba un ejercicio que consiste en aguantar debajo del agua el mayor tiempo posible mientras se realizan otras pruebas.

Contradicción entre el Comando y el resultado de la autopsia

Según el diario El Observador, el ejercicio se hacía cargando un equipaje de 39 kilos y los instructores retenían a los que querían sacar la cabeza del agua para respirar. Esto coincide con el resultado de la autopsia que indica que murió de asfixia por inmersión.

Sin embargo, el comunicado del Ejército el militar afirma que sufrió una descompensación y murió en el traslado: "se encontraba desarrollando una actividad de instrucción propia de un curso profesional en la piscina de la Escuela Militar, sufrió una descompensación, debiendo ser evacuado de la misma. Mientras era trasladado al Hospital de las Fuerzas Armadas por una unidad de emergencia móvil, falleció previo al arribo al citado nosocomio", dice el primer comunicado de Relaciones Públicas del Comando.

En martes en la noche, seis días después del primer comunicado oficial, el Comando General desmintió las afirmaciones de prensa acerca del equipo que portaba el fallecido y los instructores: "se aclara que el equipo que portaba el mismo, al igual que el resto de los cursantes e instructores, era exclusivamente el uniforme operacional (pantalón y casaquilla), aletas, careta y snorkel", dice el comunicado.

El trámite judicial

El Juzgado Letrado de Pando está a cargo del expediente 203309/2009 que reúne las actuaciones vinculadas al fallecimiento del alférez Carlos Olivera. La autopsia dice que la muerte es por "asfixia por inmersión". El juez de Paz de Toledo que actuó en primera instancia así lo registró en su certificado de defunción. Mientras, la Justicia Militar inició una investigación pero no hay separaciones de cargo preventivas, según dijeron autoridades del Ministerio de Defensa a 180.

El militar murió el miércoles 2 y actuó el juez de paz de Toledo, Julvio Garagorry Nuñez, quien realizó las primeras actuaciones, y solicitó una autopsia que fue realizada por el doctor Jorge Rizzo Méndez en la Clínica Forense de Pando. De allí se desprende que Carlos Olviera murió de asfixia por inmersión. El expediente fue elevado al juez Letrado de Pando, Huberto Alvarez, que está llevando adelante las actuaciones en la justicia civil.

En la reunión del Consejo de Ministros del lunes, el presidente Tabaré Vázquez dijo que hay que eliminar los entrenamiento deshumanizantes.

Paralelamente, la Justicia Militar está realizando averiguaciones, así como también se están realizando actuaciones de tipo administrativas, según informaron a 180 altas fuentes del Ministerio de Defensa.

Diputado podría realizar denuncia penal

Por otra parte, el diputado Pérez dijo en No Toquen Nada, de Océano FM, que otros dos militares fueron retirados del agua inconscientes durante el mismo entrenamiento que le costó la vida a Olivera. “Podemos estar ante una situación de homicidio culposo”, afirmó el legislador, que no descartó presentar una denuncia penal, una vez que reciba la respuesta a su pedido de informes.

“Esta vez los límites se forzaron demasiado”, dijo Pérez, que vive en Toledo y en otras oportunidades recibió denuncias sobre los duros ejercicios en ese batallón. Entre ellas citó que los oficiales debían comer perro, matar una mascota luego de criarla o insultar a su madre en voz alta. “Todo eso genera una destrucción psíquica”, afirmó. “No se puede abusar del ser humano. Lo más sagrado que tiene la patria es la vida humana”, agregó.

Las prácticas son de rutina pero habría fallado el control

En conversación con 180, altas fuentes de las Fuerzas Armadas dijeron que en los cursos de fuerzas especiales es común realizar prácticas extremas como el curso de lanceros de Estados Unidos y el de Colombia.

Los ejercicios de inmersión se controlan con cronómetro y se califica al alumno de acuerdo al tiempo registrado, pero si el militar quiere dejar de hacer el ejercicio y salir del agua, no se le puede presionar para que se quede.

"Cuando un ejercicio de instrucción termina como terminó éste, está mal hecho, tanto en la planificación como en la ejecución y el control", detalló un General del Ejército a 180.