El Partido Nacional había manifestado reparos respecto a las exigencias y los mecanismos de control planteados en el proyecto. El principal argumento era que los controles establecidos iban a desincentivar la instalación de salas de lactancia a quienes no estuvieran obligados pero pudieran hacerlo voluntariamente.
El diputado Martín Lema, uno de los principales referentes nacionalistas en materia de salud, dijo que se convenció y cambió de posición durante la discusión en comisión.
"El día que lo discutimos en la comisión entendí que en vez de incentivar podía generar el efecto contrario y no el que en buenos fines se puede apreciar en el proyecto de ley. Luego de discutirlo en la Comisión de Salud recibí una serie de comentarios y sugerencias que me describieron lo importante que era el ejercicio del control independientemente de que se haga en forma voluntaria por parte de distintos particulares y me convenció ese argumento", explicó.
"Como uno no quiere ser necio en esta actividad y permanentemente está en ese sentido de aprendizaje, decidí cambiar mi opinión y apoyar íntegramente la totalidad de los artículos", agregó Lema.
La Cámara de Diputados dio aprobación definitiva por unanimidad a un proyecto de ley que establece que todas las entidades públicas o privadas en las que trabajen más de 20 mujeres o más de 50 empleados deberá contar con sala de lactancia.