El proyecto de ley de etiquetado, que está siendo trabajado por el Parlamento, haría obligatorio que los envases de alimentos llevaran carteles que marquen su exceso de sal, grasas o azúcares, y ha encontrado resistencias en algunos sectores industriales.
Blanco, que será parte de la conferencia mundial sobre Enfermedades No Transmisibles en Montevideo, dijo en No toquen nada que el papel de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en estos debates sobre alimentación es ser una fuente de información fidedigna, diferenciándose de organismos que tienen intereses creados secundarios a la venta de productos.
Para la jefa de la Unidad de Factores de Riesgo y Nutrición de la OPS, los intereses de la industria y de organizaciones como la OPS no siempre se alinean. Mencionó que si bien no buscaba demonizar a la industria, entiende que ésta “tiene su rol y puede reformular” sus productos.
“En Chile, (tras la entrada en vigencia de la ley) 17% de los productos han sido reformulados, lo cual es una buena cosa porque aleluya si las industrias reformulan. A nadie le interesa que una industria no produzca sino que adapte su producción a algo que no genere problemas para la salud”, comentó Blanco.
Blanco reafirmó que la alimentación es una industria que podría cambiar la formulación de sus productos, en contraposición con otras como la tabacalera, donde “no hay forma que se haga un producto mejor que otro”.
Comentó que los estudios de impacto que se han hecho en Chile “han mostrado que más del 90% de las personas admiten que toman en cuenta los sellos en el momento de hacer la compra”.
La jerarca de la OPS añadió que “es importante que la gente entienda: no quiere decir que no pueden comer nunca un producto con una etiqueta de estas sino que significa que son productos a tener en cuenta con cuidado”.
