La Vela y 20 años de canciones que se agigantan

Dos integrantes de La Vela Puerca presentaron a 180 el DVD que registra el show con el que celebraron 20 años de vida y hablaron de las cosas que hicieron posible estas dos décadas de canciones de las que “tienen que hacerse cargo” y tocar “con orgullo”.

Actualizado: 20 de diciembre de 2017 —  Por: Mauricio Erramuspe

La Vela y 20 años de canciones que se agigantan

Nicolás Lieutier y el Cebolla Cebreiro, de La Vela Puerca

“Festejar para sobrevivir”. Con ese título La Vela Puerca sintetizó sus primeros 20 años de vida. Un DVD con edición de lujo y disponible en varias plataformas que registra el concierto que cerró la gira aniversario, en noviembre de 2016 en el Velódromo Municipal.

Dirigido por Rodrigo Labella y Lolo Paradell, el material logra un registro muy íntimo de “la liturgia” de los conciertos de La Vela, una banda emblemática para varias generaciones, responsable de canciones convertidas en himnos.

En la nueva casa de la banda, ubicada cerca del Parque Rodó, Sebastián “Cebolla” Cebreiro, uno de los vocalistas, contó a 180 que para pensar en el repertorio del show aniversario necesitaron partir del presente “más maduro y pensado” para poder llegar al “desenfreno” de los comienzos. “No era fácil”, reconoció.

Es que la música de La Vela ha pasado por varias etapas que luego deben convivir en el escenario, para satisfacer un público que se fue sumando en distintos momentos y convirtió a la banda en una de las más importantes del Río de la Plata. Frente a ese éxito, ellos se colocan “un paso atrás”, reflexivos y nada grandilocuentes.

“Todo siempre se nos agiganta”, reconoció el bajista Nicolás Lieutier. “Todo nació muy inocentemente y fue una montaña que fue creciendo”.

“La culpa” siempre la tienen las canciones, dicen, y en el DVD queda claro por qué. “Entran a muchos más lugares que nosotros, dicen más cosas que nosotros. Siempre estuvimos haciéndonos cargo de las cosas que generaba esta historia”, resume el Cebolla.

Otra clave de la supervivencia es el código de respeto interno: “entender que no tenés que perder lo que querés para valorarlo”.

Para Nicolás es el cariño que se tienen el que hace que todo funcione. En los ensayos, en los conciertos y en este DVD imperdible.

Cuándo pensaron en la gira por los 20 años y eventualmente en un DVD, ¿era este el registro que imaginaban, tan íntimo?

Sebastián “Cebolla” Cebreiro: No lo habíamos imaginado tan así pero no queríamos un DVD que fuera igual a los otros dos que teníamos: Normalmente anormal, enfocado en la historia de la banda hasta ese momento, y el otro, Uno para todos, que es un concierto en vivo filmado en tres días con 25 cámaras. Queríamos que este tuviera un foco diferente.

Ahí corrió la mano de los directores en traer una idea. Lo que corrió por nuestra cuenta fue armar un show que representara los 20 años. En principio, el concepto comenzó totalmente al revés, como pararse en el pasado y llegar hasta el presente. Después nos dimos cuenta de que no alcanzábamos la juventud tan rápido. Necesitábamos arrancar desde este presente, quizás más maduro y pensado, para llegar al desenfreno de aquel pasado.

¿Cómo es el trabajo con los realizadores: libertad, reuniones permanentes...?

Nicolás Lieutier: Les dimos total libertad hasta el final cuando nos mostraron el trabajo terminado y nos sentamos a pulir los últimos detalles. Las ideas son de ellos.

Cuando preguntaste si nos imaginábamos este resultado, en realidad pensé en más atrás. Cuando empezamos con la idea de hacer algo por los 20 años ni siquiera habíamos pensado en hacer un DVD. Acabábamos de sacar Érase y estábamos tocando ese disco. Todo siempre se nos agiganta porque empezamos a coparnos y empiezan a surgir ideas. Entonces me fui al principio. Todo nació muy inocentemente y fue una montaña que fue creciendo.

Está buenísimo eso que marcás porque coincide con la visión que uno puede tener de la trayectoria de La Vela, una banda que fue agigantándose en el camino. Del grupo de amigos a ser una de las bandas más importantes del Río de la Plata.

Nicolásl: El mismo concepto que aplicamos a esto, es el que usamos para toda la banda. Surgen ideas, surgen entusiasmo y ganas de hacerlo, crecer y dar ese pasito.

Cebolla: Siempre esta historia estuvo un paso adelante de nosotros. Cuando nos dábamos cuenta decíamos 'uh, está pasando aquello pero lo tenemos que alcanzar'. Eso ya está pasando y vos te diste cuenta ahora. En algunas cosas nos anticipamos pero la historia de La Vela es 'esta historia nos puso en cierto lugar'. Es como con las canciones. Nosotros siempre le echamos la culpa a las canciones que entran a muchos más lugares que nosotros, dicen más cosas que nosotros. Siempre estuvimos haciéndonos cargo de las cosas que generaba esta historia.

Ustedes hablan siempre de las canciones y del cuidado que tienen para que no les “parta la cabeza” la ola que generan esas canciones. ¿Cómo es la relación de ustedes como creadores de esas canciones? Ustedes la ven nacer pero luego tienen vida propia.

Cebolla: Creo que es lo que le pasa a la mayoría de los compositores. Vos componés una cosa y después queda en el dominio público. Tal vez una persona ajena sienta más compromiso con la canción. Uno tal vez siente que es una canción que ya está hecha, que está ahí. Un día la compusiste y después ves a la gente cantándola en vivo y lo tiene a flor de piel, lloran y le pasan cosas que a vos no. Las canciones generan cosas de las que vos tenés que ir haciéndote cargo mucho tiempo después.

Nicolás: Para empezar sentís orgullo. Esa vanidad de 'hice algo bueno'. Es algo lindo lo que te pasa.

Muchas de las canciones de La Vela son himnos para más de una generación. La gente las tiene asociadas a momentos de su vida. ¿Qué momentos recuerdan ustedes que les hayan llamado la atención por el resultado de una canción?

Nicolás: A mí me ha pasado con El Viejo que viene gente y me dice que es la historia del padre o la historia de su vida. Gente totalmente identificada.

Creo que las canciones no son responsables de todo los que les pasa sino que es el momento social que vivimos. Nosotros ocupamos nuestro lugar y si podemos aportar algo, buenísimo. Como te decía, es un orgullo poder servir para algo.

Pensando en el proceso creativo de un DVD, un disco o un tema en particular, ¿cómo trabajan la opinión de cada uno?

Nicolás: Muy democrático (risas). Nos metemos todos en todo, vamos avanzando lento pero inseguros... No, ¡seguros! Hemos pasado por distintas épocas. Ahora hay una linda armonía pero a veces explota todo. Todos somos pasionales.

Cebolla, vos decías en una nota en La Mesa de los Galanes de Del Sol, que hay una especie de premisa de no decir que “no” solamente, sino que hay que proponer una alternativa.

Cebolla: Sí, en algún momento hubo que bajar esa línea. “Decí lo que te gusta porque si no tenés nada para proponer, quedate callado hasta que se te prenda la lamparita”. Si no, pinta ese desmadre de 'no me gusta, no me gusta'. ¿Y qué hacemos? ¿No lo hacemos? Tenés que traer un porqué de las cosas.

Por ejemplo cuando traés una letra se arma un taller literario. '¿Qué quisiste decir acá...?' Y hay ocho tipos que te están cuestionando...

Además las letras de La Vela son importantes...

Cebolla: Intentan decir cosas, sí.

Y tienen que estar todos de acuerdo en lo que quieren decir.

Cebolla: Vos te tenés que sentir identificado, no puede pasar que tres años después uno esté cantando la canción con el pecho erguido y otro no.

Nicolás: Con la música lo mismo. Nadie puede estar tocando una canción que no le guste. Creo que nadie de la banda ha grabado una canción que no le gusta. A la hora de opinar, hay gente que opina más que otra pero todos saben que en algún momento pueden decir lo que piensan. A veces los que opinan menos son los que más peso tienen.

¿Qué otros códigos de convivencia hay entre ustedes? Los integrantes de la banda son los mismos desde el inicio, hubo solo una salida y por temas de salud.

Nicolás: Hay una base en los códigos que es el cariño. Ves que la otra persona te quiere, es como con los hermanos, te podés pelear pero sabés que te quieren. Fomentar eso, el cariño y que se note, es fundamental. Eso genera respeto también.

Cebolla: Entender que no tenés que perder lo que querés para valorarlo. Una premisa que ha tenido esta banda es que sabe lo que quiere y un mojón fue el primer DVD cuando vimos nuestra historia contada por todos. 'Esto somos nosotros, esta es nuestra historia y la estamos generando'. Nadie la quiere perder. Entonces, todas las historias o malos entendidos que surgen, aparecen desde un mojón más arriba que es el respeto, la confianza, el cariño y las ganas de que esto siga vivo.

Y en 20 años también deben haber existido renuncias a las cosas de la vida más cotidiana de alguien que no tiene el éxito o el trabajo de ustedes. Supongo que tuvieron que dejar cosas de lado.

Nicolás: Yo tuve los hijos chicos viajando bastante. Hubo que resignarse, son cosas difíciles, precios que hay que pagar. No se lo deseo a nadie pero había que hacerlo y se hizo.

Me quedé pensando respecto a la pregunta anterior que en un grupo más frío, por ejemplo una orquesta contratada, yo no hubiera tenido el trato y la generosidad de mis compañeros con las excepciones que hacían conmigo cuando tenía a mis hijos pequeños. Eso demuestra el cariño que había de fondo. Si no, no sale así. Eso es lo que va haciendo que todo funcione.

Hay distintas maneras de acceder a este DVD. Se puede bajar en HD, está la edición de lujo, un vinilo. ¿Cómo pensaron la parte de la comercialización?

Cebolla: Todavía manejamos el romanticismo del formato físico. Lo del vinilo es un fetiche. Estamos en una transición, no somos de la vieja, vieja guardia, y no somos los jóvenes que escuchan música por Spotify. Somos un puente, estamos entendiendo que el futuro viene por un lado y que el pasado todavía no quiere bajarse. Entendiendo esas dos realidades es que decidimos editar un libro, que hoy ya una compañía no te lo edita porque no es rentable. Este DVD no se va a vender, se va a ver por Youtube. El formato físico no tiene el valor que tenía antes. Comercialmente es un fracaso, desde antes que lo hagas, cuando lo pensás ya sabés que no se va a vender. Sin embargo sigue habiendo fetichistas como nosotros a los que nos gusta tener el DVD, el vinilo. Ese romanticismo no te deja matar determinados formatos.

Tenemos claro que nos gusta mostrar el concepto del disco, la obra. Hoy en día los gurises picotean una ensalada, canciones. Nosotros todavía creemos en la obra, en el arte, que el loco te está queriendo decir algo, te está queriendo seducir con una imagen, con los textos.. Creemos en la obra como concepto.

Nicolás: Como público siempre nos gustó comprar un disco, estaban los que venían con un papelito, los que venían con un librito, fotos, letras. Tratamos que eso siga sucendiendo.

 

Realización de video: José Benítez