Además, el gobierno de EE.UU. hizo público el nombre de esas canciones. Ahora se sabe que Born in the USA, de Bruce Springsteen y American Pie de Don McLean, estuvieron en el repertorio. Cada canción era puesta por 24 horas de corrido, supuestamente para “coaccionar a los presuntos terroristas”, indicó El País de Madrid en base al reportaje del matutino estadounidense.
La protesta legal de estas decenas de artistas, es apoyada por el Archivo Nacional de Seguridad.
Rosanne Cash, hija del fallecido Johnny Cash, dijo que se sintió muy disgustada cuando supo que sus canciones y las de su padre habían sido utilizadas con los presos. "La música nunca debería servir para la tortura", afirmó.
Otros músicos sintieron la misma indignación de Rosanne y piden a Barack Obama, presidente del país, que cierre definitivamente Guantánamo. Los afectados se unieron luego de recibir una llamada de veteranos del Ejército que también quieren cerrar ese centro de reclusión.
Esto es parte de un nuevo esfuerzo “para presionar a Obama y que cumpla su promesa de cerrar la cárcel que se encuentra en la isla de Cuba. La campaña se ha reforzado con anuncios en televisión y radio donde se pide el cierre inmediato de la base”, indicó.
Para torturar a los prisioneros, los funcionarios de Guantánamo utilizaban todo tipo de canciones. “En su particular top ten, tenían temas de Britney Spears, Magic Numbers, Rage Against the Machine, Metallica, David Gray, Bruce Springsteen, Nancy Sinatra”, y también clásicos infantiles como el Dinosaurio Barney y Calle Sésamo.
El procedimiento consistía en obligar al preso “a adoptar la denominada 'posición de estrés', en la que no se pueden mover los brazos ni las piernas. Después se le encadenaba al suelo de un pequeño habitáculo y se le subía el aire acondicionado hasta el nivel de congelación”, explicó. Finalmente, se ponía una canción y se subía el volumen al máximo para enloquecerlo.