A las siete de la tarde, en la víspera de su asunción presidencial, José Mujica llevó a cabo su última reunión con invitados extranjeros: se reunió con Felipe de Borbón, príncipe de Asturias, quien asistió con su comitiva al Palacio Legislativo.
Mujica le obsequió a Felipe de Borbón un vino Tannat con dos copas talladas con motivos del pintor uruguayo Torres García y un libro del mismo artista. En tanto, el príncipe le regaló al presidente electo una bandeja de plata con su firma y la de la princesa Letizia Ortiz, quien no viajó a Uruguay, por tener compromisos en Alemania.
Un príncipe en la ciudad
La crónica del diario El País destaca la sencillez con que el príncipe se movió dentro del Hotel Radisson. Cuenta que no esperó que le abrieran la puerta del auto, a su arribo al hotel, y que él mismo cargó su maleta.
Sobre las tres de la tarde, el príncipe salió de su habitación para almorzar en el restaurant Arcadia del Radisson. Incluso, reseña el diario, se sirvió él mismo desde el buffet. Como entrada, se sirvió una entrada de ensaladas verdes y varios quesos, mientras que tomó vino Merlot Osiris, de Antigua Bodega Stagnari. Su plato principal fue filet de lomo con papas y boniato a la provenzal, acompañado de queso camembert. De postre, cheesecake de yogur y frutillas y tomó un café.
