Las reclusas trasladadas fueron seleccionadas por el CNR entre las que requerían mínima seguridad y se ajustaban más al modo de trabajo que tiene ese centro. El traslado se hizo porque parte del edificio de la calle Cabildo presenta riesgo de derrumbe. El ministro anunció además que en cuatro o cinco meses todas las reclusas alojadas allí serán trasladadas y una vez finalizado ese proceso se decidirá qué destino darle al edificio.
Dentro de los planes generales de la secretaría de Estado, anunció que el sistema nacional de cárceles deberá contar con dos cárceles de máxima seguridad, una destinada al narcotráfico y otra al crimen organizado no vinculado con la droga. Luego, las cárceles no podrán tener más de 300 plazas con condiciones de mediana y baja seguridad, complementadas con planes de libertad asistida.
Si bien aclaró que no hay una cifra predeterminada en cuanto a la cantidad de reclusos que serán trasladados dentro del sistema, Bonomi afirmó en conferencia de prensa tras la sesión del Gabinete de Seguridad que “en el correr del año habrá un alivio importante (del hacinamiento) en las cárceles”.
El plan del Ministerio es que haya “dos cárceles de alta seguridad y un conjunto de cárceles donde se pueda dar el trabajo que cada recluso o reclusa necesita hacer para no caer en el ocio que lo transforma en el peor enemigo de sí mismo”, dijo Bonomi. El jerarca agregó que el trabajo que se hará en las cárceles será el “socialmente necesario” para la construcción de vivienda y de caminería.