La cifra supera los 400.000 del año 2000, cuando el popular Juan Pablo II visitó el santuario y beatificó a dos de los tres pastorcitos, Jacinta y Francisco, a los que, según la tradición, se les apareció la Virgen el 13 de mayo de 1917.
Para Morujo, la presencia de una multitud tan grande en el emblemático santuario representa un mensaje de apoyo a Benedicto XVI en un momento difícil para la Iglesia católica, afectada por los escándalos de pedofilia de los curas en varios países. Los católicos "saben distinguir", dijo el religioso, entre los casos de pedofilia y "la enorme mayoría de sacerdotes", subrayó.
El Papa llegó a bordo del papamóvil para celebrar la segunda misa al aire libre desde que llegó el martes a Portugal para una visita de cuatro días.
Con un gesto fuera del protocolo besó y bendijo a dos bebés antes de subir al automóvil, constató la AFP.
La plaza, con capacidad para 300.000 personas, contenía según la prensa local unas 500.000 personas, las cuales ovacionaron al pontífice a su paso, izaban banderolas y banderas de numerosas nacionalidades y lanzaban pétalos de rosas blancas a la solemene procesión con la estatua de la Virgen que precedió la ceremonia.
En el año 2000, con ocasión de la visita de Juan Pablo II a Fátima unas 400.000 fieles asistieron a la misa celebrada en el santuario un 13 de mayo, día en que, según la tradición, empezaron las apariciones de la Virgen.