Natalia desapareció el 19 de enero de 2007, tras ir a bailar al boliche La Rinconada, de Piriápolis. Veinte días después apareció su cuerpo cerca de Laguna del Sauce.
Hace 15 días la policía identificó a este joven ahora procesado en la lista de contactos del chat que usaba Natalia. Al ser interrogado por primera vez, el joven acusó a otro amigo que, al verse señalado, finalmente rompió el silencio que rodeaba lo sucedido esa noche de 2007 y lo delató.
El joven procesado confesó que el 19 de enero levantó a Natalia de La Rinconada, fueron a otro boliche, Vértigo, pero no ingresaron. Intentó tener relaciones sexuales pero Natalia se negó y comenzó a sufrir una crisis asmática hasta quedar inconsciente. Él buscó su inhalador pero no lo encontró. Natalia murió y, según su relato, en medio de una crisis de nervios decidió conducir hacia Punta del Este y arrojar el cuerpo con las manos atadas en un descampado.
Tras la reconstrucción del hecho, el juez Gabriel Ohanian decidió procesarlo con prisión por el delito de homicidio.
El trámite judicial
Raúl Oxandabarat, secretario de Comunicación Institucional de la Suprema Corte de Justicia, explicó la confesión que se dio este miércoles. "El joven confesó al magistrado que sacó a Natalia Martínez del baile y fueron juntos al lugar conocido como Playa Grande, donde escucharon música, hubo una conversación y algún incidente más", afirmó. Agregó que el joven "afirma que en ningún momento fue autor de ninguna conducta que implicara violencia sino que a Martínez lo que le dio fue una convulsión frente a él y dejó de existir en razón de eso sin que él pudiera hacer nada al respeto. Afirma que se asustó, razón por la cual llevó el cuerpo a Laguna del Sauce en su auto donde lo dejó enterrado".
De todos modos presisten dudas. "Ni el fiscal interviniente ni el juez que procesa al joven creen que la versión de él sea completa de todo lo ocurrido. Esto en razón de elementos probatorios que se han reunido en el expediente y que no condicen con lo que ha afirmado el joven", dijo Oxandabarat. "Salta claramente que si Natalia Martínez hubiera fallecido dentro del coche por una convulsión lo que haría cualquier persona normal es tratar de auxiliarla llevándola a un centro asistencial. En cambio, la conducta es otra. Según él es una conducta movida por el miedo: movilizarse en el coche, llevarla a un lugar apartado y luego semi enterrarla, ocultar el cuerpo de modo que no se pudiera descubrir a primera vista. Además de eso, luego se deshizo de otras pertenencias. Despierta cierta sospecha que todas estas conductas sean movidas por el temor y no por una acción premeditada", agregó.
Oxandabart también explicó en qué etapa judicial se encuentra el caso. "Le inician el juicio por el delito de homicidio y a partir de esta momento se va a profundizar la investigación. Se va a permitir que el abogado del joven presente los argumentos, tratando de realizar los descargos que crea convenientes. Después de todo eso vendrá la acusación fiscal, el pedido del fiscal en nombre de toda la sociedad, para responsabilizar a este joven y condenarlo a determinado número de años de prisión. Al final de todo eso el juez va a dictar la sentencia y allí tendrá que establecer si este joven es responsable del homicidio", explicó.