El infierno de Gyan

Gyan, que erró el penal en el último segundo ante Uruguay, recibió amenazas de muerte y tuvo escolta en 2009 por sus equivocaciones.

Actualizado: 05 de julio de 2010 —  Por: Diego Muñoz

El infierno de Gyan

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Asamoah Gyan levantó una mano y pidió el penal. Era la última jugada del último segundo del partido entre Ghana y Uruguay. Si convertía ponía a una selección africana por primera vez en la historia de los Mundiales entre las cuatro mejores. El final no hay un uruguayo que no lo conozca.

El País de Madrid publica un reportaje sobre lo que vivió después de la tanda de penales. El diario español recuerda como las cámaras rodaron la secuencia de su dolor lacerante, de su llanto desesperado. Ahí había un hombre abatido al que miles de personas perseguirán por el resto de su vida con inoportunos mensajes consoladores, evocadores o, simplemente, malintencionados. ¿Qué podía decir Gyan? "Devolveré este golpe", balbuceó al salir del vestuario después de una larga ducha; "mentalmente, soy fuerte. He tenido el coraje de tirar el penalti, lo que, por otra parte, es normal porque soy el encargado de tirarlos. Ahora, él Suárez es el héroe en su país".

Gyan solo tiene 25 años, pero ya sabe lo que es la persecución social por razones futbolísticas. Durante la clasificación para la Copa de África de 2009 recibió continuas amenazas de muerte tras fallar algunos goles. El Gobierno de su país le asignó una escolta policial. Su madre declaró desconsolada: "Los ghaneses son unos desagradecidos. Mi hijo es joven, pero ha hecho cosas muy buenas para la nación. No debería ser tratado así".

Nadie recordará los tres goles que marcó en el Mundial. Todos lo señalarán por ese penal. La nota agrega que no solo lo harán en su país. Millones de sudafricanos esperaban la victoria de Ghana. Los policías del Soccer City, los hinchas de Sudáfrica, de Zimbabue, de Nigeria o de Mozambique, gente que no siempre convive apaciblemente, gritaron en comunión el gol de Muntari y se humillaron ante el error de Gyan.

La conmoción fue tan profunda que Nelson Mandela transmitió un mensaje de apoyo a Gyan. Lo dijo el presidente de la federación ghanesa, Kwesi Nyantakyi: "Mandela quiso que supiéramos que está orgulloso de nuestros jugadores y de Asamoah, de su esfuerzo y de lo que dio al equipo".