El precio de la carne bovina bajó 30% para la industria, 44% para los productores y 14% para los consumidores. Los frigoríficos cuestionaron estas cifras y los carniceros recordaron que cuando subió 25% en agosto, ellos no trasladaron el precio al consumidor.
La percepción del gobierno es que el consumidor no se vio beneficiado por esa caída de precios y que sería una buena señal bajarlos proporcionalmente a la baja real que tuvo la carne bovina en el mercado interno y externo.
El asesor de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Juan Manuel Rodríguez, dijo a 180 que no es verdad que en agosto los carniceros congelaran los precios de toda la carne. El acuerdo fue el congelamiento de precios de tres cortes (aguja, paleta y rueda) que es aproximadamente la mitad de la carne que se comercializa en el mercado.
La carne y los cortes de carne
Rodríguez explicó a 180 que las carnicerías compran dos tipos de carne: la media res (que luego dividen en diferentes cortes) y además compran cortes especiales. El precio de la carne se mide de acuerdo a la media res. Por ejemplo, el precio del asado cayó muy poco, lo cual, para los frigoríficos, es un dato real pero producto de una situación de mayor demanda de asado que la que trae cada media res, por lo cual los carniceros se ven obligados a comprar asado como cortes por fuera de la media res.
Sin embargo, Rodríguez dijo a 180 que el asado es un precio de referencia del precio de la carne. Por eso, el jueves el Instituto Nacional de la Carne (INAC) planteó que históricamente el asado en Uruguay está al mismo precio que la media res. Sin embargo, hoy está 20% por encima y el INAC no encuentra explicaciones para que esto ocurra en este escenario.
Según los frigoríficos la demanda de asado creció tanto que no dan abasto. Pero el INAC dice que con la faena actual nunca hubo desabastecimiento. Tomando como válida la afirmación del INAC, la hipótesis del gobierno -que explicaría el precio del asado- es que existe alguien en el mercado cárnico con una influencia tan grande que tiene la capacidad de fijar el precio más allá de la libre oferta y demanda. Esto significaría que se estaría disminuyendo la oferta a través del stockeado de asado, de manera de impedir la disminución del precio de ese corte. Si así fuera, el precio del asado no es el producto de la libre oferta – demanda.
Por su parte, Hebert Falero, de la Unión de Vendedores de Carne dijo a 180 que el asado no bajó de precio porque es un corte que no se exporta y por lo tanto no toma los precios internacionales. Dijo que le consta que el precio del asado está determinado por la libre oferta – demanda y que las 40.000 reses que se faenan se están vendiendo.
Discusión sobre las cifras
Los frigoríficos cuestionaron la forma en que se calcula el precio al consumidor y explicaron que es necesario incluir la variación del dolar. Al realizar el cálculo teniendo en cuenta esta apreciación del dólar, la caída en el precio de la carne al consumidor es -según los frigoríficos- muy similar al precio del mercado internacional de la carne medido en dólares. Por eso cuestionaron las cifras que maneja el gobierno sobre la caída del precio.
Al respecto, el asesor de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Juan Manuel Rodríguez, dijo a 180 que los datos son elaborados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en base a las cifras del INAC que es el único organismo que contabiliza las cifras en materia cárnica. Y agregó que el cálculo que realizan los frigoríficos debería aplicarse a los dos tipos de carnes que compran las carnicerías: la media res y los cortes especiales. Ésta precisión del gobierno matizaría la argumentación de los frigoríficos.
¿Más plata o carne más accesible?
Los carniceros afirman que el aumento en las ventas de carne a los consumidores finales en el mercado interno en el mes de noviembre es histórico. La lectura que hacen las carnicerías es que este aumento de consumo es la prueba de que el precio de la carne es accesible al consumidor.
Por su parte, el gobierno no comparte esta interpretación. Para las autoridades, el ingreso aumentó y por eso las ventas crecieron porque el ciudadano medio suele destinar el mismo porcentaje de su salario en carne: al aumentar el salario, aumenta el consumo en términos absolutos pero no en términos relativos. Este aumento del ingreso y mayor la estabilidad económica se ejemplifica -según el gobierno- en que Uruguay tiene la desocupación más baja en muchos años y además finalizó la ronda de consejos de salarios por lo cual las empresas tuvieron que re-liquidar los sueldos desde julio hasta ahora y eso aumentó el ingreso.
El viernes de tarde se reunió la directiva de la Unión de Vendedores de Carne pero no encontró una forma de solucionar el pedido de baja de precio planteado por el gobierno, según dijo a 180 el representante de la unión, Hebert Falero, quien explicó que los carniceros son tomadores de precio. Recordó los precios que subieron en agosto y dijo que hoy las carnicerías están ganando el margen que necesitan para que el comercio subsista. Faleró además alabó el informe presentado por los frigoríficos y dijo que le pareció lógico el planteo que realizaron sobre la disminución real del precio de la carne si se considera la variación del precio del dólar.
Mientras, el gobierno espera el lunes encontrarse con alguna propuesta del sector. En la reunión del jueves los frigoríficos eran los más lejanos al pedido del gobierno de bajar el precio y los productores se mantuvieron callados, lo que llamó la atención de los representantes del gobierno.