El TCA le dio la razón a un recurso presentado por Come, Coetc, Ucot y Raincoop. Las empresas que controlan un 38% del mercado denunciaron que la Intendencia favoreció a Cutcsa, que controla el 62% del mercado. Ese beneficio se dio al permitir que Cutcsa agregara fuera del plazo original un modelo de tecnología que las cooperativas y Come sostienen que le salió más barato. Además, es un modelo de una empresa distinta a la de las cooperativas, lo que complicó el proceso de compatibilización de datos, que hoy está prácticamente solucionado.
El fallo del TCA sostiene que “las empresas debieron abocarse a seleccionar el equipamiento adecuado, el cual tenía que pasar por la homologación de la IMM y por el LATU. Prolongadas gestiones que tuvieron inicio años antes culminaron cuando el 31 de octubre de 2006” cuando “RAINCOOP; UCOT; COME; y COETC- celebraron un pre contrato con la firma MELBILAN S.A., que sería la proveedora de un equipamiento que cumplía con las exigencias de la Intendencia”.
Esa firma se realizó en la IMM. “”Mediante dicho convenio las empresas se comprometían, entre otras cosas, a un régimen de exclusividad pues no podrían contratar otra tecnología por un plazo de 24 meses. Sin embargo, a esa altura la empresa CUTCSA -única que faltaba participar del acuerdo- aún no había comunicado su elección del equipamiento. Días después las empresas actoras hacen saber a la Intendente Interina su preocupación por esa omisión. Como respuesta, se dicta la volición cuestionada en autos, otorgando un nuevo plazo a la empresa CUTCSA para que presentara a los fines de su homologación, una nueva, mejor y más económica tecnología”, agrega el fallo.
Para el Tribunal, es “evidente” que “el único objetivo” de la prórroga “fue otorgarle a CUTCSA una nueva oportunidad de cumplir con el plan de avances tecnológicos en las unidades de transporte capitalino, permitiendo que ésta presentara un nuevo equipo, más moderno y económico, que no había sido homologado en su momento y que era el que se proponía adquirir”.
El director de Movilidad Urbana de la Intendencia, Gerardo Urse, dijo que la comuna no puede hacer lugar al fallo porque si quita mil máquinas el sistema se cae. Agregó que durante el proceso de incorporación de tecnología, las prórrogas en los plazos han sido necesarias "infinidad de veces".
“Para nosotros prima el interés general y no podemos hacer uso de la sugerencia que plantea esa resolución. Desde mi punto de vista personal es imposible retroceder. Mi consejo va a ser no retroceder en el tema. No puedo quitar mil máquinas porque el sistema se cae, no funciona”, afirmó Urse.
En su conversación con No Toquen Nada, Urse aclaró el rol de la Intendencia en el negocio y reconoció que el modelo que terminó comprando Cutcsa, sí es de una empresa homologada, pero no fue dado a conocer mientras todas las empresas negociaban.
“Cuando compran buses, compran el bus que cada uno determina. Entrando dentro de los homologados por las resoluciones de la Intendencia, compran a precios muy disímiles entre las empresas. En esa parte de la negociación donde ellos consiguen precios más bajos o más altos, la Intendencia no participa. Esto es igual. Simplemente se le dieron 10 días más a una empresa que no había llegado en tiempo y forma a conformar su contrato. El tema es que la tecnología que adquirió Cutcsa no estaba homologada en principio porque presentó un modelo nuevo. Es una empresa que estaba en el mercado, que estaba en negociación con todos y unos se decidieron por una y otros por otra”, dijo.
Consultado respecto a que ese modelo fue presentado fuera de plazo y que no estaba disponible en el momento en que todos estaban negociando, dijo: “yo no puedo decir que no estuviera disponible. Que nosotros no la conocíamos, sí”.