En el documental la presencia humana permanece inmóvil. “Como artista estuve pendiente de la observación y las preguntas que he encaré hacia los científicos han ido por ahí. Hay un interés de mi parte por no intervenir exageradamente y lo más interesante es la percepción del ser humano respecto de los cambios. Uno puede concluir si tenemos un límite o si somos conscientes de lo qué pasa”, dijo Masó a 180.
El trabajo le llevó a Masó cinco años y hubo diferentes muestras y planteamientos. Ella define a esta presentación como el resumen del proceso. “Tengo la percepción de que la Antártida es un lugar hermosísimo y un lugar interesantísimo, de conexión interna brutal con el exterior y de reconexión con un mundo que parece hayamos perdido”, contó.
El anti documental
“Es una especie de anti documental, todo lo contrario a lo que muestra el National Geographic”, así definió la muestra la curadora Alicia Chillida. “No busca el momento en que la foca se come al pingüino. No se elige el momento culminante, sino los momentos entre dos acciones. Se trata de reducir al mínimo lo más llamativo y se va a lo esencial, que es el tiempo y la percepción del ser humano ante el cambio”, agregó.
En la muestra se aprecia como la artista se enfrenta a una comunidad de científicos que “viven en la nada”. “Hay un diálogo con la ciencia porque es un medio muy poco habitual, excepcional, donde todas las condiciones de luz aparecen alteradas en el espacio. Ella decide afrontar esta visión con preguntas muy concretas a la ciencia”, explicó Chillida.
La muestra se inauguró en el Centro Cultural de España y está abierta a todo público. Un libro con las entrevistas a los científicos y un video también forma parte del trabajo.