Mejora sobrevida de bebés prematuros

Este jueves se celebra, por segundo año, el Día Nacional de la Prevención de la Prematurez. En Uruguay, el 9% de los bebés nace antes de tiempo y con bajo peso: se trata de 4.400 recién nacidos. Las causas de la prematurez son varias, pero una de las que tiene más impacto es la falta de control durante el embarazo.

Actualizado: 09 de setiembre de 2010 —  Por: Redacción 180

Mejora sobrevida de bebés prematuros

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El responsable del Programa Nacional de Salud de la Niñez del Ministerio de Salud Pública, Gustavo Giachetto, dijo a No Toquen Nada que en el Pereira Rossell, durante 2009, el 20% de los embarazos fueron inadecuadamente controlados y en el 10% directamente no se realizó ningún control. Es decir, casi en un tercio de los embarazos no se llevaron los controles necesarios.

Un embarazo inadecuadamente controlado es aquel donde hubo menos de seis controles, oportunidades que son fundamentales para prevenir los factores de riesgo que puedan provocar el adelanto del parto.

“De antemano sabemos que hay ciertas características, que nosotros llamamos factores de riesgo, que están asociados con la prematurez. Conociendo esos factores uno puede, de alguna manera, sobre alguno de ellos, modificarlos, difundirlos, tratar de evitarlos. Estamos hablando de cosas como promover un embarazo saludable, una correcta alimentación, evitar el estrés, el consumo de drogas, de alcohol, si la madre tiene enfermedades como hipertensión, diabetes, si hay antecedentes de otro embarazo prematuro, si es un embarazo múltiple; todas esas son características que están asociadas con un mayor riesgo de embarazo prematuro”, explicó Giachetto, quien agregó que las infecciones genitales, la sífilis y las infecciones urinarias también constituyen factores de riesgo. “Hay una serie de cuestiones que hacen a la salud de la mujer y a la salud de la mujer embarazada que pueden incidir en que el embarazo termine antes del término y de tener un niño prematuro”, concluyó.

Maricris Biardo dio a luz el 29 de julio del año pasado en el Hospital de la Mujer del Pereira Rossell. Una infección urinaria provocó que su beba naciera tres meses antes del final del embarazo. “Mi hija nació el 29 de julio del año pasado, yo estaba de 26 semanas de embarazo, que serían recién seis meses”, contó a No Toquen Nada. “Empecé con contracciones por una infección urinaria; yo me controlaba el embarazo pero no me la detectaron. Rompí bolsa y tuvo que nacer”.

El nivel de prematurez se clasifica por el tiempo de gestación y el peso al nacer. Un embarazo normal es aquel que dura entre 37 y 41 semanas. Entre 32 y 36 semanas se considera una prematurez leve; entre 28 y 32 semanas es moderada; y con menos de 28 semanas es una prematurez severa.

La hija de Maricris nació con 26 semanas y un peso de 995 gramos.

“La primera vez que la agarré, que la pude tener en brazos, tenía 10 días de nacida y pesaba 900 gramos, porque cuando nacen bajan de peso: bajó hasta 860 gramos. La quería abrazar y no me animaba de lo chiquita que era”, recordó. “La tuve un ratito, no mucho, porque la tuvieron que sacar de la incubadora y la volvieron a poner allí en seguida”.

Josefina -la beba de Maricris- pasó un mes y medio en el CTI, y otro mes en cuidados intermedios. Recién cuando alcanzó los dos kilos de peso, la pasaron a sala con su madre.

Cuanto mayor es el peso al nacer del bebé, mayores son las posibilidades de sobrevida. Por encima de un kilo, la sobrevida es del 85%. Y entre 800 gramos y un kilo, la sobrevida es del 75%.

El presidente de la Fundación Álvarez Caldeyro Barcia, Daniel Borbonet, explicó a No Toquen Nada que el principal desafío son los niños que nacen por debajo de los 800 gramos. “En nuestro país, la sobrevida por encima de un kilo es muy buena: estamos hablando de un 85%. Por debajo del kilo, es una sobrevida aproximadamente de 50%: la mitad sobrevive y la otra mitad no”, indicó. “Pero el corte son los 800 gramos. La sobrevida de los niños que pesan por debajo de 800 gramos es muy baja, a tal punto que por debajo de los 600 gramos, prácticamente son excepciones los niños que sobreviven. Nuestro mayor problema son aquellos prematuros tan extremos que, al nacer, pesan aproximadamente entre 600 y 800 gramos. Ese es un gran desafío que tenemos hoy por hoy”.

La Fundación Álvarez Caldeyro Barcia tiene por objetivo disminuir los nacimientos prematuros, mejorar la sobrevida y brindar contención a la familia, especialmente a la madre.

Por el Hogar de Madres de la Fundación pasaron más de 3.500 mujeres. El hogar puede atender a 18 madres al mismo tiempo: el 52% de ellas son del interior.

Además, la Fundación creó el primer banco de leche humana pausterizada y tiene dos programas para la detección de la ceguera y la sordera en bebés prematuros.

Gracias a esos programas, se pudo disminuir las secuelas y mejorar la calidad de vida de los bebés prematuros. “Hace 20 años, la sobrevida de estos prematuros era baja, la mayoría de los que sobrevivían tenían secuelas, por ejemplo oftalmológicas, la retinopatía del prematuro: muchos de estos niños quedaban ciegos”, explicó Borbonet. “Hoy un niño con un peso de nacimiento de un kilo, una vez que sale del riesgo de vida, rápidamente se le hacen estudios oftalmológicos para determinar si hay o no vasculopatía a nivel de la retina. Si la hay, se comienza un tratamiento. Eso detiene esa proliferación vascular. Por lo tanto, en esos niños ha disminuido francamente la ceguera con respecto a los que nacían hace 20 años, cuando no se hacía el diagnóstico y, cuando se realizaba, ya era muy tardío como para tomar medidas”.

Estos dos proyectos de detección temprana fueron tomados por el Estado y hoy en día, a todos los recién nacidos se hace un estudio de la audición -hipoacusia- y a todos los nacidos prematuros, un estudio de la visión.

Josefina tiene un año y un mes. No volvió a estar internada desde que dejaron el hospital. Maricris la lleva varias veces por semana a controlarla con distintos especialistas. “Es un proceso largo, es duro y tiene sus recaídas. A veces uno piensa que como son tan chiquitos no nos reconocen, pero no, ellos se dan cuenta que estás ahí. El tiempo que puedan estar con ellos, que estén, que los acompañen”, recomendó. “Los pediatras te dicen que está comprobado que los niños que están acompañados por los padres, salen mucho más rápido que los niños que no reciben ese cariño. Paciencia, es un proceso largo pero se supera y tiene su satisfacciones después. Yo ahora lo estoy disfrutando”.

La Fundación Álvarez Caldeyro Barcia se financia con donaciones de empresas y de privados.

Formas de colaborar:

Cuenta Banco Santander: número 77-55-333

Cuenta Abitab a nombre de la “Fundación Álvarez Caldeyro Barcia”.

0900 9990 - $50

0900 9991 - $100

0900 9992 - $200

Informe del periodista Gabriel Farías, de No Toquen Nada (Océano FM).