La actividad se enmarca en un proyecto llamado “Habitar la materia”, del que participan alumnos de primer año de facultad y otros más avanzados. Lo organiza el “Laboratorio Materia”, que es el Introductorio del taller de proyecto dirigido por Marcelo Danza, en la Facultad de Arquitectura.
Este “Laboratorio de materia” hace cuatro años que funciona en la facultad. “Tratamos de quitar los prejuicios que existen sobre los materiales y mostrar que todos son válidos para trabajar”, explicó a 180 Carolina Pereiro, una de las docentes responsables del curso. “Hasta con un fardo de alfalfa se puede hacer arquitectura”, agregó.
Según cuentan los docentes, en Uruguay no se acostumbra a “investigar” los materiales y este trabajo apunta a pensar una arquitectura “diferente con cuestiones mínimas y económicas”. Pereiro explicó que hace unos años presentar una construcción en madera era una “complicación”, pero ahora ha cambiado un poco la situación. “Te pedían cálculos y que probaras cosas que ya estaban probadas. Es cierto que hay conservadurismo, pero siempre es más fácil echarle la culpa al otro. Me parece que tiene que ver más con preguntarse por qué algunas cosas no pueden ir de otra manera y ver cómo una misma materia prima puede conformar diferentes materiales”, sostuvo.
El trabajo es dirigido por docentes jóvenes que trabajan con los alumnos a escala 1-1 (tamaño real de los materiales). “Se busca que puedan experimentar, tocar y oler la materia. Es al revés de lo que se hace siempre, que es comenzar con el dibujo y después pasar al material”, señaló Pereiro.
Los tres espacios que crearán los estudiantes podrán ser visitados hasta el miércoles 15 en el Parque Rodó. Los materiales que recibieron como insumo para componer cada espacio son: fardos, tablas de encofrado y mallalur (malla metálica). Por ejemplo, en el caso de las mallas metálicas, se podrá ver un laberinto de círculos concéntricos que se recorre hasta llegar al centro.
La elección del Parque Rodó para experimentar no fue al azar. Según dijo Pereiro, las razones se fundamentan en que este es un lugar público muy usado, con una “fauna diversa”. “Acá vienen ancianos, motoqueros, está la feria del domingo. Entonces, hay como una fauna de personajes diversos y el lugar no tiene muchos equipamientos. Vamos a aprovechar para testear qué generan en la gente estos tres espacios bien distintos”, contó.
