La economista del Área de Coyuntura del Instituto de Economía, Gabriela Mordecki, explicó cómo impacta un aumento de esa tasa en las presiones inflacionarias. “Por un lado la tasa de interés es como el precio del dinero. Antes el Banco Central controlaba la cantidad de dinero, ahora controla el precio que es la tasa de interés. Un aumento básicamente impacta en el mayor costo que tiene el dinero lo que implica un costo mayor para la inversión y para el crédito al consumo. Las autoridades consideran que hay demasiadas presiones inflacionarias y aumentar la tasa de interés enfría la economía. Hace que sea más caro el crédito y por tanto no da tantas facilidades para que la gente se endeude, tanto empresarios para invertir como los consumidores”, afirmó.
Más allá de este efecto hay que tener en cuenta que Uruguay no es una burbuja y que de hecho es un país que depende mucho de lo que sucede en el contexto internacional. Por eso Mordecki contextualizó la tasa uruguaya con lo que está sucediendo en el mundo y puntualizó el alcance que puede tener una decisión de esta magnitud de la autoridad monetaria uruguaya. “La economía uruguaya tiene una característica muy especial: es muy dolarizada. Además estamos en un contexto internacional de tasas de interés muy bajas. Cero es la tasa de política monetaria que fija la Reserva Federal de Estados Unidos que es la que da la señal para las tasas internacionales y la principal tasa internacional es la Libor que se encuentra algo por encima del cero pero por debajo del 1%. De esa forma se vuelve atractivo un país que tiene tasas positivas. Uruguay, sin embargo, tiene una inflación que a 12 meses está en 6,25. Entonces, subir la tasa a 6,50 marca un pequeño aumento de la tasa de interés real. Pero básicamente es una señal de la preocupación del gobierno más que el impacto que pueda tener un aumento tan leve”, explicó Mordecki.
Respecto a las posibles consecuencias sobre el precio del dólar que podría tener esta decisión de aumentar 0,25% la tasa de política monetaria. “La relación con el dólar viene del lado del diferencial que se genera con las tasas internacionales. Una vez que uno compara la tasa de interés con las tasas en dólares que se pagan, el dólar además viene cayendo en los últimos tiempos, se torna algo mayor la tasa en dólares. Entonces eso atrae capitales, sobre todo de corto plazo, que vienen del exterior a buscar rentabilidad en nuestro mercado. Así aumenta la presión vendedora que tiene el dólar en el mercado de divisas”, explicó.