La improvisación de un “hombre-orquesta”

Una guitarra, un proyector, una computadora y un micrófono. Christian Font se vale de esos elementos -más la participación del público y su improvisación constante- a la hora de su unipersonal, Número Equivocado 2.

Actualizado: 22 de octubre de 2010 —  Por: Matilde Marti

La improvisación de un “hombre-orquesta”

Sin datos (Todos los derechos reservados)

La cava del Bar Tabaré parece ser un espacio ideal para el espectáculo. Pequeño, con tenue iluminación, casi íntimo, el protagonista cerca de su público y rodeado de elementos añejos que provocan una continuación de chistes.

En la noche del jueves, las luces bajan aún más y la voz de Victoria Rodríguez invade el ambiente. Su locución ya es conocida por todos los que olvidaron marcar el 2 antes de llamar a cualquier teléfono montevideano. Se escucha un nuevo discado y otra vez la comunicadora, en un tono más prepotente, vuelve a dar la explicación. En tanto, otra locución pide a los espectadores que dejen sus celulares con volumen, ya que -argumenta- “¿cómo podrá avisarles la Policía si su casa es robada, si usted tiene el celular en silencio?”.

Font, de traje y lentes negros, llega a escena. Quizá hasta allí, todo lo que está guionado del espectáculo. Luego, se embarca en un monólogo interrumpido por algunos espectadores, quienes dan ideas para continuar el show. Así es que el actor de teatro y también de murga acepta sugerencias, por ejemplo, para crear una canción en el momento.

Para eso, está acompañado por “The Invisible Band”: literalmente, no hay nada a su lado. “El tema de ser hombre-orquesta (hacer el monólogo, tocar, operar una computadora conectada a un proyector) es medio agotador, pero disfruto lo que hago. No lo veo como un desafío”, comentó Font a 180.

“Son cosas que se me van ocurriendo en tiempos muertos: empecé a anotarlas pero nunca a darles forma porque me conozco y sé que no lo respetaría”, contó. “No descubro la pólvora si digo que cualquiera de nosotros se inspira y lo hace público: basta repasar muros de Facebook y perfiles de Twitter para comprobarlo. La vida cotidiana tiene tanto absurdo que con sólo repasar el anecdotario de una jornada puede redundar en un monólogo, se divulgue o no en redes sociales. Y después lo que surja ahí, la adrenalina, el miedo a no tener qué más decir es tremendo disparador de narraciones y canciones también”.

"Número Equivocado 2, La nueva característica" se define como “un gran aquí y ahora”, según su creador: “un unipersonal de humor experimental basado en jugar con la energía del público sin fórmula alguna”.

Font, que supo hacer stand up en 2005 -“cuando faltaba bastante para que corriera el dicho 'todos hacen stand up'”, dijo-, aseguró que “el humor de pie es viejo como la historia misma”.

Recordó que, cuando vivía en Buenos Aires, fue a un espectáculo de stand up de Alfredo Casero y encontró algo que lo atrajo. “El vale todo, el saltar sin red, hacer todas las funciones distintas: eso sí me gustaba. Y había de todo ahí: música, improvisación, videos, participación del público”.

Hace un par de años, el Bar Tabaré lo convocó para hacer un stand up, pero Font les dijo que no, “que la quería buscar por otro lado”. “Primero pensé que el llamado no era para mí, yo estaba alejado de esa movida. Cuando les dije lo que quería hacer, bancaron la toma. Quería llevar una guitarra, una computadora y tener una mesa para cocinar algo e invitárselo al público. Sin guión”.

Esta vez no cocina. Sin embargo, se mantiene intacta la idea de que cada jueves llega al Tabaré sin un plan concreto de lo que hará esa noche. “El público es todo, es la energía que va y viene. Ellos son el espectáculo aunque no lo sepan. Como cuando estás en una fiesta y alguien agarra una guitarra y se arma redondilla. Ahí la gente pide temas, los canta, recuerda ocurrencias o se le ocurren recuerdos...”.

De todas formas aclara que nadie está obligado a participar. “O como bien dice mi oxímoron predilecto: sean espontáneos. Un imperativo contradictorio, pero divertido”.

“Número equivocado 2, la nueva característica” se puede ver en el Bar Tabaré (Juan Zorrilla de San Martín 152) los jueves de octubre a las 21.30 horas.

Por reservas, hay que llamar al 2711-3242.

Las entradas cuestan 200 pesos e incluyen una copa de vino de cortesía.