"El Papa marcó el objetivo y la finalidad primordial de su viaje a España: poner un dique al laicismo agresivo de Zapatero"; "Benedicto XVI quiere pararle los pies. Y le da un solemne tirón de orejas", estimó El Mundo, que calificó de "bombazo" la declaración del jefe de la iglesia Católica.
El Papa dijo el sábado a su llegada a España que este país "vio en los años 30 (durante la II República, antes de la Guerra Civil) el nacimiento de un anticlericalismo y de un movimiento de secularización e incremento del laicismo fuerte y agresivo".
Ese movimiento y "el enfrentamiento entre fe y modernidad vuelve a producirse hoy y es muy fuerte", afirmó el Papa, que dijo haber constatado este problema en sus viajes en República Checa, Francia y Reino Unido, aunque está "muy acentuado en España".
Se trata de "una especie de 'basta ya' al dirigente socialista que se presenta (o se presentaba) como el adalid del laicismo en España, en Europa y con efecto contagio en Latinoamérica", según el diario.
El gobierno de Zapatero promovió en los últimos seis años varias medidas sociales que incluyen el matrimonio homosexual y la ampliación de la ley del aborto. Estas dos últimas no gustaron al Vaticano, como tampoco la ley de libertad religiosa que preparaba el ejecutivo español pero cuyo proyecto ha aparcado por el momento.
El periódico conservador señala que Benedicto XVI "se pronuncia en términos beligerantes, de lucha, de batalla, casi de cruzada, de enfrentamiento entre la fe y el laicismo".
"Alguien le ha debido asesorar mal. O mejor dicho, alguien le ha engañado. En la España de ZP (abreviación que designa a Zapatero, ndlr), laicista 'light', no se queman iglesias ni se persigue a los curas. Al contrario, el Estado recauda fondos para la Iglesia y ayuda a restaurar las catedrales", recuerda.
Según el diario de izquierdas Público, que cita a fuentes gubernamentales, el gobierno español recibió con "sorpresa" las declaraciones del Papa, pero aseguraron que éstas no afectarán al apoyo oficial a la organización de la Jornada Mundial de la Juventud del año próximo en Madrid, a las que asistirá Benedicto XVI.
En esas declaraciones, el Papa, que este sábado visitó Santiago de Compostela (noroeste) y el domingo consagrará el templo de la Sagrada Familia en Barcelona (noreste), también llamó a un "encuentro entre la fe y el laicismo y no a un enfrentamiento" en Europa.