La estimación se hizo a partir de los datos de importaciones registrados hasta agosto de 2010 por el Ministerio de Salud Pública.
Javier Palummo, abogado y coordinador general del observatorio, dijo a No toquen nada que ya se alcanzaron los 13.234 gramos importados durante este año y si se hace una predicción de cuál sería la cantidad de sustancia importada de acá a fin de año daría alrededor de 20 kilos. "Esto sería un máximo histórico", expresó.
El pico más importante se registró en 2007 con 19 kilos. A partir de ahí empezaron a bajar los porcentajes, pero en 2010 aumentaron en forma “muy importante”, dijo Palummo.
La ritalina es el nombre comercial del metilfenidato, un estimulante del sistema nervioso central, que se utiliza para los tratamientos de niños con déficit atencional con hiperactividad. Varios organismos de salud internacional han cuestionado el uso excesivo de la medicación en los niños.
Palummo dijo que en Uruguay y en otros países de la región existen múltiples recomendaciones. “El propio Comité de Derechos del niño de Naciones Unidas recomienda que se realicen estudios a fondo sobre el diagnóstico y el tratamiento de trastornos de concentración y el déficit de atención, y los posibles usos negativos de los estimulantes”, sostuvo.
Según dijo el coordinador general del observatorio, Fiscalización de Estupefacientes hizo varios llamamientos a los gobiernos para quejarse y pedir “una estricta vigilancia con el objetivo de impedir el trastorno de concentración en niños y el tratamiento médicamente injustificado por metilfenidato y otros estimulantes”. Inclusive se hizo referencia al riesgo de narcodependencia.
En 2007 el observatorio jurídico inició un juicio de amparo contra el Ministerio de Salud Pública, exigiendo información sobre la comercialización del metilfenidato. Desde entonces se denunciaron varias irregularidades: aumento de las importaciones de la ritalina, tratamientos indicados por médicos que no son especialistas, escuelas que no dejan entrar a niños con déficit atencional si no están medicados, falta de terapias alternativas o complementarias a la medicación.
Desde el año pasado el Ministerio de Salud Pública está obligado a controlar el consumo de la ritalina entre los niños, pero para Palummo, el aumento de las importaciones evidencia que el MSP no está cumpliendo con todas las exigencias requeridas a nivel judicial. “Si bien el ministerio ha cumplido con algunos aspectos, desde nuestro punto de vista no lo ha hecho de forma cabal”, señaló.