"Sin duda, nos separa un abismo de Irlanda", declaró y recordó que España es "un país con un nivel bajo de deuda pública, que esta en un proceso de consolidación fiscal que está cumpliendo y va a cumplir, que acaba de aprobar una reforma laboral y de las cajas de ahorros y que tiene pendiente una reforma de las pensiones publicas y de la negociación colectiva".
Consultado sobre las tensiones registradas los últimos días, que hicieron caer la Bolsa madrileña y encarecer las emisiones de obligaciones, Campa consideró que se trata de "turbulencias de corto plazo, que pasarán.
"No hay que sobrerreaccionar ante lo occurrido estos días, sino mantener las lineas muy claras de lo que debemos hacer", continuó.
"Y al respecto tenemos pocas dudas. Para ello contamos con el apoyo de los organismos internacionales", afirmó.
"No creo que los mercados tengan dudas sobre lo que estamos haciendo sea suficiente", dijo y añadió que "lo que ocurre es que hay mucha volatilidad a corto plazo, vinculada a situaciones excepcionales, con la primera intervención del fondo de rescate europeo en marcha para Irlanda".
El gobierno socialista español se pronunció muy repetidamente estos últimos días afirmando que España no será víctima de un efecto de contagio de la situación de Irlanda, después de haberse sometido a un plan de rescate como Grecia en la primavera (boreal) pasada.
Pero los expertos apuntan a las debilidades de su economía, con un crecimiento nulo, un porcentaje de desempleados del 20% (el más fuerte de la Eurozona) y con reformas (del mercado laboral, de las cajas de ahorro) consideradas insuficientes para alcanzar su objetivo de reducir el déficit público.
La tasa de interés de las emisiones de deuda española superaban este miércoles el 5% por primera vez desde 2002, a causa del temor de los mercados por el riesgo de contagio de la crisis irlandesa a otros países de la Eurozona.
En este clima de creciente inquietud, la Bolsa de Madrid cerró el martes con una pérdida del 3,05%, con números rojos por tercer día consecutivo, con la caída más pronunciada en Europa.