La prensa alemana ha estado esperando durante años a que una estrella del fútbol asuma públicamente su homosexualidad. Si bien Marcus Urban, prometedor mediocampista de la segunda liga, y Martina Voss, talento excepcional de la primera, “salieron del armario” hace tiempo, ya habían abandonado el fútbol profesional.
El ideal debe involucrar a un ídolo activo y las redacciones medirán el impacto del anuncio tras registrar las reacciones de sus camaradas, de las organizaciones deportivas, de los patrocinadores y de los hinchas en el estadio, señala un informe de la Deutsche Welle.
Mientras esperan por el hombre homosexual, Hursula Holl, guardameta de la selección alemana femenina, se casó con la diplomada en ciencias del deporte Carina Schrörs pero su boda pasó inadvertida.
La nota se inclina por la teoría de que los medios alemanes creen que las lesbianas no despiertan el mismo interés que los gays como noticia de primera plana.
“Al mundo le importa muy poco lo que las mujeres hagan con sus afectos y con sus cuerpos”, sostiene Manuela Kay, jefa de redacción de la revista lésbica de mayor distribución en Alemania, l-mag. “El amor lésbico y la sexualidad femenina no son tomados en cuenta; tenemos años viviendo con el secreto a voces de que la mayoría de las jugadoras de fútbol son lesbianas. Si ellas lo asumieran abiertamente de una vez por todas, sus fans lesbianas las apoyarían y los demás se encogerían de hombros porque ya lo sabían o se lo imaginaban”, asegura Kay.
La poca importancia respecto de las confesiones sexuales de las mujeres futbolistas contrasta con la avidez de los medios por cualquier noticia en ese sentido de los hombres.
Hace unos meses, el periodista de Die Zeit Ulf Lippitz comentaba con algo de ironía que lo primero que los alemanes parecen querer saber de los hombres prominentes es si son gays. Y eso incluye a los futbolistas como Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger, Per Mertesacker o Torsten Frings, según el análisis del semanario alemán.
Lippitz sostenía que el ex entrenador del equipo alemán masculino, Jürgen Klinsmann, sobresale por ser la primera personalidad del fútbol profesional cuya heterosexualidad fue puesta en duda, y que las mismas sospechas se erigen en torno a su sucesor. El periodista ponía como ejemplo las búsquedas de Internet: bastaría introducir “Joachim Löw” en el motor de rastreo de Google para que el programa Suggest muestre la palabra schwul(homosexual) como la más buscada en relación con el nombre del actual entrenador de la selección nacional masculina, dice el informe.