Rousseff señaló en su discurso realizado en el Congreso que "una importante movilidad social ocurrió en los años de gobierno de (Luiz Inacio) Lula (da Silva, su predecesor). Pero aún existe una pobreza que avergüenza a nuestro país", lanzó durante su primer discurso tras asumir el cargo ante el Congreso.
"No voy a descansar mientras haya en Brasil brasileños sin alimentos en su mesa, y niños pobres abandonados a su propia suerte", prometió.
Rousseff, una economista de 63 años ex jefa de gabinete durante el gobierno de Lula, reemplaza al mandatario más popular de la historia del país, que conquistó a los brasileños entre otras porque durante su gestión 29 millones de personas salieron de la pobreza.
Minutos después de Rousseff, fue formalmente investido el nuevo vicepresidente de la República, Michel Temer, en una ceremonia realizada en el plenario del Congreso.
La comitiva de Rousseff llegó al Congreso Nacional bajo una lluvia torrencial que obligó a diversos cambios en la ceremonia, mientras en las afueras del Parlamento una multitud aplaudía y gritaba el nombre de la nueva presidenta.
Más tarde, Rousseff, se trasladará a la sede del gobierno, el Palacio de Planalto, donde el ahora ex presidente Lula le entregará la banda presidencial y ella entonces investirá formalmente a los integrantes de su gabinete ministerial.
Finalizada esa ceremonia, Lula abandonará inmediatamente la capital brasileña rumbo a su domicilio particular, en el estado de Sao Paulo (sur).