"Me opongo a la libre circulación de las personas, de los bienes y de los capitales", afirmó el martes la candidata del Frente Nacional (FN) fundado por su padre y mentor político, Jean Marie Le Pen, durante una rueda de prensa para medios extranjeros en la sede de su partido en Nanterre, oeste de París.
En su opinión "la verdadera fractura no es entre derecha e izquierda sino entre quienes defienden a la nación (...) y la identidad de pueblos y los mundialistas que quieren ir más lejos aún en la desregulación, el libre comercio y la desaparición de las fronteras".
"Si aceptamos que llegue un solo barco a territorio europeo, lanzamos una señal a una Inmigración que puede alcanzar proporciones bíblicas", sostuvo la eurodiputada que se presentó con el pelo recogido, jean, discreta chaqueta negra y botas negras.
Fiel a su discurso afirmó que Europa enfrenta una "situación de crisis migratoria" y que la clave para frenar la "inmigración masiva" es suspender "inmediatamente" el espacio Schengen, que rige la libre circulación de las personas en el interior de 22 Estados de la Unión Europea.
Advirtió que "España estará próximamente en la misma situación que Italia" con la llegada de inmigrantes del norte de Africa y dijo que Francia "tiene que aplicar una política migratoria disuasiva que corte los atractivos" de los países europeos como las ayudas sociales, el acceso a la vivienda, la Educación y la salud.
Sin embargo frente a un auditorio bastante extranjero, no dijo explícitamente que esos beneficios sociales serán destinados "solamente a los franceses" como dicen los textos del FN que defiende la "preferencia nacional".
"La verdadera honestidad es decirles (a los inmigrantes) que no tenemos nada que ofrecerles", sostuvo esta abogada de profesión nacida en 1968 en Neuilly sur Seine, periferia residencial de París.
En esa línea antieuropea insistió en que el euro, la moneda única europea vigente desde el 2000, "no es viable y se derrumbará" y propuso una "salida grupal" junto con Grecia, Irlanda, España e Italia.
Puso cierto énfasis al asegurar que entablará una "lucha a muerte" para erradicar la droga que "está destruyendo barrios enteros de Francia" pero no dijo abiertamente que es favorable a la pena de muerte como afirmó en mitines de su partido.
Marine Le Pen anticipó que sacará a Francia "de la OTAN" y dijo que para ella la "Unión Europea es la Unión Soviética".
"No le puedo aconsejar a nadie que quiera ingresar en la UE. No sería un consejo de un amigo", afirmó interrogada por un periodista turco.
Rechazó el "alineamiento sistemático" del gobierno francés con Estados Unidos y defendió "relaciones equilibradas entre naciones y pueblos" en un "mundo multipolar".
Abogó por "profundizar" las relaciones con una "gran Europa" y con Rusia y dijo que le "gustaría mucho ir a Sudamérica" para "cambiar la imagen de mi movimiento" en esa región.
Evitó decir a qué países de la región le gustaría viajar y subrayó que el FN "defiende por definición la soberanía, la independencia y la identidad de todas las naciones frente a las que nos situamos de igual a igual".
Dijo que tienen que revisarse "la utilidad" del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El interés creciente de la prensa por Marine Le Pen, esta rubia de 42 años y voz grave que encarna la nueva imagen de la extrema derecha francesa, se disparó luego de recientes encuestas que le otorgan el 20% de las intenciones de voto en la primera vuelta de la presidencial francesa.
Marine Le Pen lamentó "no poder acordar entrevistas individuales a los numerosos medios extranjeros" que las pidieron y saludó el interés por su partido "caricaturizado durante mucho tiempo".
"El FN llegará al poder. Es inevitable", afirmó Marine Le Pen para quien "2002 no fue un accidente" al referirse a la segunda vuelta presidencial que su padre disputó frente a Jacques Chirac.
"Un día los franceses elegirán un presidente del Frente Nacional", concluyó.
