Hetherington, quien trabajaba para la revista estadounidense Vanity Fair, murió durante los combates entre las tropas rebeldes y los fieles a Muamar Gadafi en Misrata (Libia). Otros tres periodistas resultaron heridos, uno de gravedad, por un disparo de mortero, confirmaron fuentes médicas.
"He filmado de todo. Soy fotógrafo, soy un creador de imágenes, yo estoy acostumbrado a esto, es lo más intuitivo para mí. A veces no se trata de filmar todo, se trata de entender cuándo puedes y cuándo no puedes rodar", dijo Hetherington después de la proyección de su documental "Restrepo" en el Festival de Cine Independiente de Sundance en enero de 2010.
Aquel documental fue dirigido por Hetherington y Sebastian Junger entre el verano de 2007 y el de 2008, cuando se unieron a un pelotón de soldados en el valle afgano de Korengal, un feudo talibán en la frontera con Pakistán.
El periodista estadounidense Jon Lee Anderson, autor entre otras obras de "Che Guevara: Una Vida Revolucionaria" (1997) y cronista de la guerra en Irak, trabajó con Hetherington en Liberia en 2006, en Guinea en 2009 y hace 10 días estuvieron juntos cerca de la ciudad libia de Bengasi.
"Creo que no me equivoco si digo que lo que Tim estaba tratando de hacer al ir a la guerra era buscar las almas de los hombres, cuyas verdades están quizás más expuestas en ese ambiente que en cualquier otro -y para mostrarnos al resto lo que vio", dijo Anderson en un obituario publicado en su blog de la revista The New Yorker.
Luego de haber vivido un año con 15 soldados estadounidenses en una de las regiones más peligrosas de Afganistán, los autores de "Restrepo" hicieron un documental sobre el infierno de la guerra que les valió una nominación al Oscar de mejor documental en febrero pasado.
Compartieron todo: los ataques de los insurgentes, las operaciones en el terreno, las condiciones de vida espartanas, el aburrimiento y los momentos de distensión.
"Creo que los militares no se esperan que te pases cinco o diez meses en total con un grupo de soldados", había revelado en Sundance este periodista de guerra de mirada determinante y silueta atlética, que en 2007 fue laureado con el World Press Photo Award por sus fotos de soldados estadounidenses en Afganistán.
"La verdad es que ningún periodista ha hecho eso, (participar) en un desplazamiento completo. Así que hicimos algo muy obvio, y decidimos pasar mucho tiempo con ellos, todo lo que pudiéramos", dijo en aquella entrevista donde mostró su satisfacción con el trabajo logrado tras su cobertura en Afganistán.
Tras aclarar que él no hacía películas políticas "porque los soldados no piensan en política cuando están en lugares como Afganistán", Hetherington sostuvo que toda idea sobre una posible censura de su trabajo por parte del ejército estadounidense era "una concepción errónea", al igual que negó toda autocensura.
"Creo que lo que mostramos es lo bueno y lo malo, nos mantenemos honestos. Creo que esa es la fuerza de nuestra experiencia de más de diez años de periodismo de guerra", apuntó en Sundance.
"Uno ha estado en tantos combates, que lo que buscas es la honestidad emocional. Y que la honestidad emocional no se trata de políticas de izquierda o de derecha, se trata de mostrar a estos chicos cómo son", dijo refiriéndose a su retrato sobre los soldados en el frente de batalla.
"Hay 22 millones de familias estadounidenses con hijos o hermanos o esposos que han servido en el ejército y que quieren saber lo que a esa gente le pasa, porque los militares no regresan a decirle a sus esposas o esposos o a quien sea, lo que pasó allí", dijo.
El miércoles murió haciendo lo mejor sabía, retratar la guerra, esta vez en Libia. Sólo un día antes, había denunciado en su cuenta de Twitter la incompetencia de las fuerzas aliadas: "Bombardeos indiscriminados de las tropas de Gadafi en la ciudad asediada de Misrata. No hay señales de la OTAN".