Plantel de Nacional agredido por su propia barra brava

Los jugadores de Nacional fueron amenazados por integrantes de la barra brava del club. Los hinchas están molestos porque se terminó el apoyo logístico y económico por parte de la institución. El presidente Alarcón le pidió seguridad a la policía para jugadores y funcionarios.

Actualizado: 16 de enero de 2009 —  Por: Diego Muñoz

Plantel de Nacional agredido por su propia barra brava

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La pretemporada de Nacional terminó de la peor forma. Cuando el plantel volvía desde Nueva Helvecia a Colonia el miércoles por la noche, el ómnibus que lo trasladaba fue interceptado por integrantes de la barra brava tricolor que se pusieron delante y obligaron a detener la marcha.

Los hinchas le reclamaron a los jugadores, al utilero y al gerente deportivo, Daniel Enriquez, camisetas originales para poder vender. Los amenazaron y les dijeron que la cosa se pondrá más pesada si no los ayudan.

Esa misma tarde, los hinchas estuvieron en el hotel donde concentró el equipo pidiendo indumentaria del club. Les fue negada.

Hay silencio de casi todas las partes sobre el tema, pero 180 recogió una expresión de un directivo de Nacional que se sorprendió con lo sucedido: “estaba todo tranquilo pero viste como es la barra, una bomba de tiempo. Donde estén medios pasados puede ocurrir cualquier cosa”, dijo.

El trasfondo es complicado. La directiva de Nacional decidió no darle más apoyo logístico ni económico. El presidente del club, Ricardo Alarcón, se comprometió a eso con las autoridades del Ministerio del Interior y está cumpliendo. Sin embargo los barras tricolores ven como en Peñarol se sigue apoyando a los violentos. El día que ganó Juan Pedro Damiani las elecciones fue fotografiado abrazado por los jefes de la barra y en el último clásico la barra aurinegra burló la disposición de no ingresar fuegos artificiales.

La barra de Nacional se queja además, de que los referentes de la hinchada de Peñarol ganan alrededor de 40.000 pesos por mes entre sueldo pago por la directiva y entradas que reciben de los dirigentes y ellos venden en la puerta.

Después del clásico del Apertura el jefe de la barra, Ramón, fue a la directiva a mostrar su enojo porque la hinchada de Nacional recibió al equipo sin pirotecnia y la tribuna de Peñarol parecía la noche de las luces.

Eso molestó a la barra que decidió actuar contra sus propios jugadores el jueves por la tarde.

Luego del incidente Alarcón solicitó una reunión urgente con el jefe de Policia de Montevideo, Artigas Lema. El presidente de Nacional exigió seguridad para los jugadores, el cuerpo técnico, los directivos y el resto de los empleados del club y dijo que si la Policía no se la brinda, su institución no se presenta a jugar.