Aznar, amigo de Gadafi; el PSOE aprovecha

Los elogios del ex presidente del gobierno español José María Aznar (1996-2004) al líder libio Muammar Gadafi sorprendieron y preocuparon a su Partido Popular y proporcionaron munición electoral a los socialistas, cuando los sondeos les son ahora un poco menos desfavorables.

Actualizado: 23 de abril de 2011 —  Por: IPS

Aznar, amigo de Gadafi; el PSOE aprovecha

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Por José Antonio Gurriarán

La imagen del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) mejoró en el marco de los repuntes de las exportaciones y del turismo, los errores y escándalos judiciales de sus adversarios y el proceso democrático de "primarias" anunciado por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Aznar, hoy presidente honorario del PP (centroderecha), habló en la estadounidense Universidad Columbia y criticó duramente a los países occidentales que intervienen en la crisis de Libia, tema que irrumpió así directamente en la campaña pre-electoral española.

Sus comentarios causaron indignación en amplios sectores de este país y silencio en su propia fuerza política, cuyo presidente, Mariano Rajoy, el 22 de marzo había calificado de "sátrapa iluminado" a Gadafi y de "ataque despiadado" a su respuesta a las revueltas populares, al tiempo que apoyó en el Parlamento la intervención militar de España en ese país del norte de África.

Aznar dijo que Gadafi era "un amigo extravagante, pero un amigo", que respaldó "todos los esfuerzos" del mundo occidental contra el terrorismo, confirmando así declaraciones de 2003, cuando aseguró que Libia estaba haciendo "exactamente el camino contrario al de Cuba" hacia la democracia a pesar de que, en aquel momento, el número de presos políticos en el país africano duplicaba a los de la isla caribeña.

Cinco años después, Aznar compartió con el entonces presidente estadounidense George W. Bush (2001-2009) los intentos de legitimar al régimen libio ante España y el mundo, así como de demonizar a Fidel Castro, a quien presumía de negarse a saludar cuando sí estrechaba la mano de Gadafi.

Antes de emprender un viaje secreto a Trípoli, Aznar firmó un comunicado con el ex presidente checo Václav Havel (1993-2003) en el que ambos calificaban la sustitución de Fidel por su hermano Raúl como "la prolongación de la tiranía."

El régimen libio divulgó detalles del encuentro de Aznar con Gadafi en la lujosa tienda beduina que éste posee en el desierto de Sirta –su ciudad natal--, los corderos que se sirvieron y los regalos y elogios que se intercambiaron.

Aznar fue el primer líder occidental en entrevistarse con Gadafi después de que éste entregara a dos sospechosos del atentado en la sudoccidental localidad escocesa de Lockerbie en 1988 contra el vuelo 103 de la aerolínea Pan Am, y anunciara su renuncia al terrorismo.

Posteriormente, en la sureña ciudad española de Sevilla, Gadafi invitó a Aznar a otra de sus suntuosas fiestas privadas y le obsequió un valioso caballo pura sangre, bautizado como El Rayo del Líder.

Coincidiendo con el criterio de algunos comentaristas y analistas políticos, José Blanco, vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, apuntó en una entrevista radiofónica a "negocios e intereses" de Alejandro Agag, el yerno de Aznar, con un hijo del líder libio.

"La pregunta que tiene uno que hacerse es: ¿qué cuenta pendiente tiene Aznar con Gadafi para que sea el único líder europeo que sale en su defensa llamándole amigo", afirmó.

"Aznar defiende a un dictador con tal de dañar al gobierno, y Mariano Rajoy guarda un silencio cómplice por no rectificar al ex presidente", dijo a IPS la coordinadora electoral del PSOE, Elerna Valenciano. "No le corrige porque le debe el puesto. Con una mano los conservadores brindan su apoyo al gobierno de España en el tema de Libia, y con la otra, y través de otros portavoces, ponen en duda la misión", añadió.

El PP tiene el viento a favor de la aguda crisis económica, que dificulta al gobierno crear empleo, y de un cierto conformismo de éste. Todas las encuestas dan al partido de Ranjoy como favorito, con amplio margen.

Pero en las últimas semanas los socialistas parecen haberse reanimado al comprobar que sus posibles candidatos --el vicepresidente Pérez Rubalcaba y la ministra de Defensa, Carmen Chacón-- gozan de mayores simpatías en las encuestas que Rajoy, y que éste se encuentra muy por debajo de las de su propio partido.

Aznar, Gadafi y El Rayo del Líder son nuevas amenazas para el PP, que se suman a la posibilidad de que el "caso Gürtel" --una trama de corrupción dentro de la formación centroderechista-- salte a lo tribunales antes de las elecciones y siente en el banquillo al presidente de la Comunidad de Valencia. Rajoy no habla, ni quiere oír hablar de ninguno de estos temas.