La solicitud la lanzó desde radio RCN de Colombia. En una entrevista desde la cárcel Murcia dijo que está amenazado de muerte y responsabilizó al gobierno de Álvaro Uribe por ello. Se consideró un “preso político”, en la comunicación.
Otros dos detenidos en Colombia de su grupo empresarial aceptaron cargos por lavado de activos, pero Murcia no. “No hay pruebas que demuestren que yo esté vinculado con narcotráfico ni negocios por fuera de la ley”, aseguró Murcia contradiciendo los indicios de la justicia de su país.
Joanne Ivette León fue capturada esta semana en el barrio montevideano de Carrasco. La policía colombiana la busca por integrar el directorio de algunas de las empresas de su marido. En las últimas horas un equipo de la policía colombiana viajó a Uruguay para seguir el pedido de extradición que se tramitó desde la cancillería colombiana a pedido del fiscal general colombiano, Mario Iguarán.
“Le pido a las autoridades de Uruguay que no dejen que este dictador de presidente, (Álvaro) Uribe, pueda lograr traer a mi esposa acá, porque es una arbitrariedad. Mi esposa no tiene nada que ver con las actividades que yo tengo. Obviamente ella me estuvo colaborando con algunas cosas como cualquier esposa de empresario, (...) pero no tiene nada que ver con este tema del negocio”, explicó Murcia desde la prisión.
El empresario caído en desgracia aseguró en la entrevista que estuvo en Uruguay, donde adquirió una propiedad en Carrasco. La familia de Murcia estaba probando vivir en Uruguay ya que habían sido amenazados en Colombia. Iban a comenzar la tramitación de la ciudadanía.